lunes, 30 de septiembre de 2024

Entre las sobras y la muerte.

 


Me hago la promesa de visitar las zonas de los incendios. Me pongo un zapato viejo, unas mascarillas, una casaca impermeable para las lluvias que vienen, un raído pantalón, así como agua y algo para comer, además de mis lentes para el sol y gotas para lubricar mis ojos secos. Salgo de la ciudad y me impacta lo que veo.

Saliendo de la ciudad, el olor a humo es brutal, sobre mi ropa caen restos de hojas hechas cenizas, respiro un aire contaminado, hiriente que me raspa las fosas nasales y la garganta se seca. Siento que me atraganto con la saliva. Aquí nomás, en “El Molino”, las faldas de los cerros cambiaron de color, del verde al negro, marrón y gris. Me estaciono, camino unos pasos y “crech,chech” es el sonido de mis pisadas, extiendo mi mano y se queda impregnado de cenizas, troncos “cashpados”, la piel destrozada  y quizá el corazón latiendo forzadamente y lleno de dolor. Veo los restos de eucalíptos, lo que queda de pinos. Camino sobre el salvaje mundo de la muerte, donde no hay ser vivo que haya sobrevivido.

Más abajo, entre el ex semi túnel de Cáclic hasta Tingorbamba, esas inmensas peñas rocosas donde crecía helechos y otras propias de zonas montañosas, es un manto negro, tétrico que da temor y uno se imagina sobre lo que pasará cuando regresen las lluvias y enfríen esas rocas que revientan de calor. No quiero imaginarme la caída de piedras de las alturas y golpee a vehículos que transitan por ese corredor rocoso desde Cáclic a Tingorbamba.



En Pomacochas, los bosques primarios se han visto afectados. Cada vez contamos con menos tierras por explorar. Casi todo está manipulado por el hombre. Lo que ayer era verde tupido y boscoso, hoy se nota la tala para reemplazar por extensiones de pasturas para alimentar ganado. Miles de hectáreas hoy están al servicio del hombre de manera indiscriminada. Hablo con personas expertas y me dicen que un ganado usa como una hectárea de pasto. ¿Se imaginan cuantas hectáreas existen taladas para alimentar a 500 mil cabezas de ganado que existe en Amazonas) (Fuente DRA Amazonas)? No logro entender al Estado, que sabiendo lo perjudicial, invierta millones de soles en mejoramiento genético. Hoy, hay zonas, que cambiaron radicalmente su estilo de vida. Cada vez hay menos papa, maíz, frijol, que vertiginosamente se reemplazan por ganado (leche, derivados lácteos). Nos hemos preguntado ¿qué pasará con la sociedad del futuro cuando los alimentos básicos escaseen? ¿Contamos con un programa de seguridad alimentaria en Amazonas?



Regreso a Lamud como Luya y es fatal ver nuestros suelos y uno comienza a imaginar preguntas sin encontrar respuestas ¿Es válido quemar los suelos para provocar lluvias? Sabiendo el peligro y que salga de control, como campesino ¿tengo un plan para evitar que se expanda? Si lo hago motivado por “joder” ¿tienen complejo de pirómanos?

Reportes oficiales no existen, pero es evidente que el hecho mismo de que 14 distritos hayan sido declarados en emergencia, es porque fue grave la destrucción de nuestros ecosistemas. Un daño que puede ser reversible siempre que se tenga un plan consensuado con las comunidades. Se cuestiona mucho el sembrío de pinos y eucaliptos en zonas que son colchones hídricos. Ojalá se corrija esa actitud impositiva y alguna vez, el estado trabaje de la mano con las demandas de los pueblos.

Ya vienen las lluvias y con él, otro problema: huaicos, inundaciones, derrumbes. Ojalá con la lección recibida, a las instancias de gobierno se les ocurra hacer campañas preventivas, ya que, si los incendios mataron nuestras montañas, los otros fenómenos pueden llevarse la vida de muchas personas.

jueves, 19 de septiembre de 2024

¿Y ahora?

 



Después que se quemaran (provocados o no), más de cuarenta mil hectáreas de tierras en Amazonas, pese a la oposición de un consejo de ministros divididos y de ideas divergentes, sorpresivamente, recibimos la noticia desde la Casa de Pizarro, la declaratoria de emergencia por incendios forestales. Solo tres departamentos están en la lista, pese a que casi la mitad del Perú estuvo en llamas o sigue, parcialmente.

Desde la segunda semana de junio (según el COER AMAZONAS) en Amazonas se han registrado más de 131 incendios, de los cuales, como diez, todavía están activos, muchos de ellos de poca extensión, pero si con el peligro que siga afectando aún más zonas de protección o bosques nativos.

Y el ¿ahora qué?, surge por la necesidad de preguntarnos lo que pasará con nuestra región a mediano y largo plazo. Así como acudimos a apagar los incendios, lo mismo se tendrá que hacer en su reconstrucción. Escucho y leo, diferentes puntos de vista y con mucha o poca razón proponen que esta desgracia natural, debe traernos una gran oportunidad para reforestar nuestros suelos con plantas nativas, descartando radicalmente los pinos y eucaliptos que fueron sembrados a diestra y siniestra sin un plan real donde se contemple los efectos a futuro. El pino, esta vez fue un potente combustible para que se expanda los incendios en muchas partes. Hay un desconocimiento profundo de las implicancias de sembrar por sembrar. Hay que exigir al estado de todo nivel, que descarten en sus futuros proyectos, sembríos de esta naturaleza.


Como experiencia, se debe hacer entre otras cosas:

  1. Capacitar a voluntarios comunales en el manejo de incendios forestales
  2. Exigir a las comunidades campesinas que aplique el alcance de la ley sobre quemas indebidas y provocadas por el hombre.
  3. Capacitar permanentemente a brigadas de Defensa Civil y que sean más que un chaleco naranja.
  4. Urge implementar a la Cía. de Bomberos tanto en Chachapoyas como Utcubamba. Sinceramente, hay que sacarse el sombrero por su titánica labor.
  5. Fomentar campañas comunicacionales para sensibilizar a la gente que las quemas ya no surgen efecto. Hoy vivimos tiempos complejos donde la tierra está reaccionando ante los daños ocasionados por el hombre.
  6. Insistir en estos temas ambientales en las escuelas, ya que ellos los ciudadanos del futuro, serán los que defiendan la vida.
  7. Impulsar una campaña regional de reforestación donde las personas sean solidarias y sumen esfuerzos para recuperar su color a la tierra.

Terminaría arengando…

ü  NO MAS PROYECTOS FORESTALES QUE ATENTEN NUESTRO ECOSISTEMA.

ü  NO AL GASTO DE DINERO SIN PLANIFICACIÓN.

ü  NO A LA FALTA DE COMPROMISO Y A LA INDIFERENCIA.

ü  SI A LA VIDA, A NUESTRO FUTURO Y A LA NATURALEZA.


viernes, 31 de mayo de 2024

Cuatro dólares de indemnización.


 No creo que nos toque a nosotros la reforma agraria, estamos ubicados en la parte baja de la selva, que nadie daba un sol, dijo, Don Emilio, al oscurecer aquella tarde, donde por esas cosas del destino, el sol, antes de morir, se hizo más grande que nunca y lanzó un prolongado rayo que iluminó sus grandes extensiones de arroz. Al día siguiente, en su querida, Morilla, funcionarios del gobierno, acompañados de un notario y de un gran contingente de policías, le dijeron “Don Emilio, sus tierras pasan a propiedad del estado. 

Usted, sale de aquí solo con lo que tiene puesto”. Viejo, con cuerpo curtido de sufrimiento y la mirada al horizonte, tratando de alcanzar a ver su último becerro cebú, solo se puso de pie, caminó erguido y lleno de orgullo se marchó para nunca más volver. Pocos días antes, el 24 de junio, Juan Velazco Alvarado, mediante la Ley de la Reforma Agraria, se hace de más del 56% de las tierras agrícolas del país, bajo la premisa de que el campesino sería el nuevo empresario y que nunca más comería migajas de los patrones. 

En 1950, Guimoye adquirió la totalidad de las acciones de la Sociedad Ganadera y Agrícola Perú-Brasilera, recién constituida, con lo que pasaron a sus manos los fundos “Morerilla”, “Mineral” y Misquillacu” en Bagua. Don Emilio, a quien en la localidad se conoció como “El chino Guimoye”, se asentó entonces en aquella difícil zona de nuestra selva, acompañado de dos de sus hijos y dos hijos políticos. Puso su centro de operaciones y comenzó a trabajar. Un personaje notable de amazonas, influye mucho para esta decisión. Era Don José del Carmen Marín Arista, fundador del Centro de Altos Estudios Militares. 

La región de Bagua tuvo siempre la mala fama de ser poco apta para la producción agropecuaria. Se dice de ella que es un mito, un sueño, un embuste. Emilio Guimoye mostró la falsedad de semejantes asertos, haciendo de sus fundos prósperas empresas de muy alta competitividad. La tan necesaria expansión de nuestras fronteras productivas se iniciaba apenas cuando el activo hombre de empresa e industria fue despojado de sus pertenencias. “Voy a romper esos mitos”, decía a todos los peones de la hacienda y como buen descendiente asiático, daba instrucciones a los capataces y obreros, cada actividad que tienen que desarrollar en la jornada. Desde las cinco de la mañana, con la espalda empapada por las aguas del río Utcubamba, iniciaban el roso de las montañas y la aclimatación de las semillas de algodón, así como del arroz. Sólo el 2% de las más de cinco mil hectáreas que adquirió, le dio utilidad agrícola y ganadera. Después de tanto experimentar, pudo observar su trabajo titánico y el placer de sentirse útil a su patria al escuchar bramar a decenas de becerros de un logro genético extraordinario como el Cebú Amazonas. 

Menos de una década tuvo en sus manos, el privilegio de transformar una tierra rica en un potencial económico que con el tiempo, es una reserva alimentaria para el país. Amazonas, por este territorio, cálido (extraordinariamente diría), somos conocidos por el potencial de unos de los arroces de mejor calidad que se consume en el país. Esta zona, tiene la peculiaridad de una diversa producción que la hace atractiva para futuras y megas inversiones que de hecho, transformarán el futuro de Amazonas. 

Emilio Guimoye, el rey de las mujeres, como lo decía en una entrevista con Alfonso Baella Tuesta y que se ve por youtube, tenía la esperanza de recibir una indemnización prometida por la expropiación, que en vida nunca se dio y si así fuera, tan solo recibiría, un equivalente a cuatro dólares de reparación por las expropiaciones ¿Cómo? Sí, es que estamos en Perú. Por medio de este gran inversionista y visionario, vaya mi profundo saludo a la hermosa provincia de Utcubamba que celebra su aniversario, este 30 de mayo. 

¡Un abrazo, amazonense para todos!

lunes, 20 de mayo de 2024

Amazonas: ejes viales y los mares.

 



Curiosidades o vueltas que da la vida. En 1879, Don Pedro Ruíz, Obispo de Chachapoyas, a la par presidente de la "Sociedad de Patriotas de Amazonas", inquietos por unir a la sexta ciudad más antigua del Perú con los hermanos Awajum, inician la travesía para la conquista del Marañón. En el 2024, después de 145 años, el miope estado, se da cuenta que para unir los mares y crecer económicamente, se hace necesario hacer ejes que impactarán favorablemente en el desarrollo de los pueblos.

Era la intensión de la Sociedad de Patriotas, unir las 80 leguas entre Chisquilla y Cahuaponas, en el cual se tendría que hacer un puerto y de allí, hacer dos actos trascendentales, como lo propuso Adolf Wertheman (alemán, dueño de una mina de oro en Santo Tomás): Ir al Brasil y por otro, construir un tren que una Cahuaponas a Pacasmayo, que establecerían la comunicación a vapor  entre el Atlántico y El Pacífico, los cuales hicieron llegar las propuestas al gobierno central y a una delegación de senadores americanos. Esa propuesta se archivó con la aparición de la guerra y nunca más se tomó en cuenta, salvo otras propuestas, pero no iguales a los planteados por los amazonenses de esa época. Recordemos que la propuesta elaborada por los chachapoyanos de ese entonces, era para unir al territorio de Amazonas, que en ese tiempo, tenía más de 60,000 Km2

Hoy, ya no son los americanos, son los japoneses y la necesidad de unir los mares, es que se prevé ejecutar el IV Eje Vial que empatará con el eje de Paita, nos conectará con Sarameriza y luego el Brasil. Los 213.6 kilómetros de distancia, conectará con mayor facilidad la zona originaria de Amazonas, decenas de comunidades nativas y oportunidades económicas para cambiar el rostro social y humano, como económico de un territorio poco valorado a la fecha. Además de ello, Utcubamba y Bagua, tendrán ese privilegio de replantear sus perspectivas futuras y no a tan largo plazo.




Sin embargo ¿qué tenemos para mostrar y ofrecer? Aquí es donde, aparecen las estadísticas. De acuerdo a los datos que tiene la Dirección Agraria de Amazonas: Utcubamba: Ganadería (carne, leche y derivados), café, arroz, cacao, papaya, plátano, maíz amarillo; Bagua: ganadería (carne, leche y derivados), café, arroz, cacao, papaya, plátano, maíz amarillo, piña y; Condorcanqui: cacao, plátano, yuca, papaya. Esos son producción primaria que se repite en el país y no hay mucha transformación para darle valor agregado, excepto, el cacao y sus chocolates de alta calidad, arroz que desean fortificarlo con hierro para disminuir la anemia y Bambú.

El mercado del Brasil en el Atlántico, necesita, tal como indica MINCETUR, venta de minerales, papa congelada, así como orégano, aceituna, ajos y otros; para el puerto de Paita, el café y cacao, principalmente y uno se pregunta ¿Tenemos eso para vender?. Sí y en parte, pero no como para dar de comer a todo Manaos.

En materia de áreas agrícolas, la zona norte de Amazonas, es la de mayor provecho y potencial del departamento, pero son utilizados en productos tradicionales, tal como lo dice la Dirección Agraria, por lo que urge, tener otra mirada para iniciar el proceso de competencia y que ya no nos miren de reojo los vecinos como San Martín y Cajamarca, más bien, cambien su mirada con preocupación.



El IV Eje Vial, es el “sueño americano” de los amazonenses desde que se creara el departamento de Amazonas. Si es que se hubiera implementado esas propuestas de la Sociedad de Patriotas de Amazonas, hace más de 145 años, quizá nuestra región, sería una de las mejores y más prosperas.

La historia, como  tal, es solo eso, tiene valor referencial, por lo que debemos pensar globalmente y actuar localmente en el presente siglo. Se abren las puertas de la oportunidad para mejorar nuestra realidad contemporánea. No soy el llamado para proponer, disponer u orientar  lo que se tiene que hacer. Es momento, sí, de poner las “barbas en remojo” y desahuevarnos, plantearnos nuevos retos, romper viejos paradigmas y hacer frente, desde ahora (mediante foros, encuentros, iniciativas mancomunales y lo que se nos ocurra), ya que actuando hoy, pese a cruel que parezca, seremos testigos de cambios radicales en el futuro próximo.

Hay una vieja frase que siempre retumba en mi cabeza “Si te pones en el umbral de tu casa para que veas pasar a la gente pasivamente, eres un conformista; pero si les ofreces tu mano, ya estás creciendo como ser humano”. Entonces amigos, ha llegado el momento de extender la mano del progreso y desarrollo de nuestra querida Amazonas.

lunes, 5 de febrero de 2024

¿Se debería discutir el futuro de Amazonas?

             





Escucho que la democracia, es gobernar en base a la licencia que les otorga el pueblo en procesos electorales. Es la representación para hacer más que algo para el beneficio de las masas. Aquí surge mi primera duda ¿en base a que se les atribuye a los políticos esa representación? ¿Sólo por los  resultados en los votos? ¿Y si esa representación es interesada en hacer lo que quieren? En fin.

            Como nunca antes, la democracia está en una crisis aguda y que afecta a todos los gobiernos de esta naturaleza, sobre todo en América Latina. Ejemplos hay varios, excepto, El Salvador. Chile, es complicado, Bolivia, es irracional, Ecuador, una lucha de poderes, Colombia, peligra, Venezuela, es todo menos democracia y Perú, es una marioneta, que se mueve por otros intereses más allá de las evidencias.

            Y será peor, si es que la democracia no se fortalece, con la participación de las masas. Esas masas, que estoy casi seguro, no quieren más fierro y cemento, que gritan en silencio por salir de la pobreza, que desea ser mejor ciudadano. En Amazonas, ¿hay temas por discutir y construir una agenda social que sea una alianza entre los gobernantes y los gobernados?

            Creo que sí. Se debería discutir el futuro de nuestras comunidades nativas, la agresiva deforestación, el incremento de la pobreza económica, los índices altos de desnutrición y anemia, los conflictos sociales permanentes por falta de negociación, la ruta que debemos seguir para ser mejores como región, las políticas públicas que deberíamos implementar para ser más competitivos como departamento, el valor agregado a cada una de nuestras potencialidades. Es decir, sí tenemos algo porque discutir. Discutir, no con el puño en alto o con ira, menos con bajas pasiones. Discutir con razones, fundamentos, acuerdos, deseos mutuos, pero sí, con el COMPROMISO de apostar por Amazonas y no por nuestros egoístas deseos.

            A 24 años del Siglo XXI, poco o nada, hasta hoy, se puede decir con convencimiento que sí sabemos a dónde queremos llegar y sin eso, todo se hace imposible. De nada sirven los discursos, las promesas, las intenciones.

            El 2032, el bicentenario de Amazonas, es un año clave a donde todos debemos mirar y aportar, para que eso suceda, necesita que alguien lo motive. No creo que eso esté en manos del pueblo.

jueves, 1 de febrero de 2024

Carnaval de mi infancia.



    Confieso que he pecado, le dije al cura, en la misa de miércoles ceniza, das das me puso ceniza en la frente haciendo una cruz. Saliendo de la iglesia, con la manga de mi chompa, rapidito lo borré, para no pasar roche en la calle, más si me encuentro con una quillamasin del barrio.

    Dos semanas antes, ya con fuerza jugábamos a los carnavales en mi barrio de Tushpuna. En esos años, éramos pocos vecinos, ralo ralo habían casas y la muchachada no pasaba de 30. Ya saliendo el sol, cualquiera de las chicas que pasaban por la calle Sachapuyos, era víctima. Si no se mojaba por la casa de "el bolo", fijo, le shutiaban en la casa de "los canchules", ya por "el caserolo", estaba lista para que lo metan a los pozos de agua.

    Era una fiesta sin control, éramos irreverentes a todo, hasta a la maja de mamá. Un domingo, ya cuando el carnaval entraba a su máxima euforia, nos reuníamos en la pampa y de allí nos separábamos en mancha, previamente ya estábamos armados con cientos de globos, chisguetes, talco, sapolín y tishne que robábamos de las ollas de la tushpa de la abuela.

    Recuerdo que por Burgos nos encontramos con una mancha de Santa Lucía. Eran nuestros rivales en el fulbito de cada fin de semana y esa rivalidad llegó hasta en los carnavales. En pocos minutos, Burgos se convirtió en el lugar de la batalla. Teníamos nuestra estrategia, casi militar. Los más grandes, afrontábamos la envestida de los globos y los baldes de agua (esa sucia que había por montones en las calles sin encementar). Lo tumbábamos al líder del otro grupo y los más pequeños de los nuestros, se encargaban de pintar el cuerpo con sapolín y el tishne.

    Ya por la tarde, cuando hemos recorrido casi toda la ciudad y superado todas nuestras hazañas, regresábamos al barrio y bañarse algunos, los más grandes se iban a la cantina de la tía Rosalía, para tomar chicha de jora o guarapo. Entre trago y trago, se contaba nuestras acciones osadas. Yo, tenía que pasar por las manos de los más grandes para que me saquen toda la pintura de la cara. Era tan dura la pintura pegada en mi rostro, que teníamos que usar retazos de tejas para sobarlo en nuestra cara. Otros, ya más expertos, previamente se protegían la cara con aceite de cocina.

    Una vez, tuve que padecer la experiencia de ser bañado con querosene para que salga el sapolín de mi cuerpo y la cabeza. Ya por la noche, en la fiesta, nuestra cara estaba rojísima de tanto que se sobó con la teja. 

martes, 28 de noviembre de 2023

300 leguas sin beneficio alguno

 


Era una madrugada muy húmeda. Hace menos de media hora que había parado la lluvia. María, se levanta de la cama y juntos preparamos el ucho para el camino. Preparo a la mula y me pongo el poncho de jefe que lo compré en mi viaje anterior a Rioja.

Tocan a la puerta. Sin permiso, ingresa Juan. ¡Padrino, padrino! ¡Quiero irme contigo! ¡No puedes, no puedes!, este es un viaje para hombres, tu recién eres un muchacho. ¡Regresa por onde has venido! Lo saco de mi casita. María, me mira y solo calla. Al rayar la mañana, con un abrazo, dejo detrás de mí a mi mujer y dos hijos. La mula, rápido sube a la primera lomada. Ese día tenía que llegar sí o sí a la Cueva de Bagazán. 

En el horizonte, ya salía el sol que amenazaba con cashparme la piel, arriba en el cielo celeste y las blancas nubes que se esfumaban, vuelan en círculo, muchas shucas. Me dije por dentro, seguro algún caballo estaba muerto más adentro. Dentro de la maleza, siento que un cuerpo se mueve, saco mi machete y escucho que me dicen ¡No padrino, no!. Juan, que me había seguido a escondidas salió del monte con dos perdices en sus manos. ¡Veste que ya soy un hombre!. No le dije nada, seguimos nuestro camino. Más abajo en donde teníamos que descansar habrá tiempo para conversar.

Extrañamente, dos kilómetros más abajo, había varios arrieros y caballos. Escucho que a diez metros de Rumshitana, un hombre había caído muerto. ¡Ah!, dije, con razón las shucas están cerquita a mi cabeza. Me cuentan que era Don Julián Contreras, viejo arriero que cayó fulminado de un ataque al corazón, luego de las tres piedras que tiró, no embocó en los hoyos de la roca. Es tradicional y hasta un oráculo, que todo viajero tiene que hacer esta prueba. Veía que era imposible esperar, vadeando el río, superé a todos y seguí con mi camino por Pauja. 

Mi mula relinchó como salvaje. Una culebra más adelante cruzaba el camino levantando la cabeza. Das das saque mi machete y de un solo golpe separé la cabeza de cuerpo. Era verde plateada, quizá haya tenido un metro. Juan, con el susto propio de un niño, solo suspiraba profundamente. Media legua después, en la olleta, hervimos el agua, hicimos un caldo de perdices. ¡Mucha sal, las echao padrino! ¡Por eso es que me gusta viajar solo, sotoco!, nadies me fastidia, nadies me dice que si falta la sal o el azúcar o el ajo ¡nadies!.

Mi cuerpo se levantó de la pirca para reiniciar el camino. Ya habíamos pasado Granada y bien arriba ya se veía a Pishcohuayuna. Al fondo había dos lagunas y por medio de ellas teníamos que viajar despacito, despacito. Media hora después, estábamos al pie de la cordillera. Mi mula relincha exageradamente fuerte ¡Shit! ¡Shit! ¡Shit!, le repetía. No pude hacer nada. Un tremendo bloque de hielo cae de la montaña, lo deja llapcha a mi mula. Se perdió todo, absolutamente todo.

Juan, mi ahijado, me abraza. Padrino, padrino, felizmente usted y yo estamos vivos.

 

...continuará



domingo, 29 de octubre de 2023

Huancas y Chachapoyas, el acuerdo histórico que pone fin a un conflicto



Han tenido que pasar un poco más de veinticinco años para que figurativamente, las localidades de Chachapoyas y Huancas, "fumen la pipa de la paz" y pongan fin a un conflicto que sin duda algun, los más perjudicados son los más de 20 mil habitantes que habitan zonas de controversia administrativa.

Desde muchos años, ambas localidades, exponían y argumentaban sus controversias por las competencias dentro del territorio, el motivo: Quebrada de Santa Lucía, como límite territorial y otras causalidades y evidencias, que con el paso de los años, han permitido que se hayan asentado miles de personas de manera desordenada en las urbanizaciones populares como:  Pedro Castro, Murcia, 16 de octubre, entre otros. Desorden, que no permitía actuar a ambos municipios por la delimitación del territorio. Lo que parecía que no tendría final, al parecer, muy pronto, se hará realidad.

El viernes por la tarde, en el auditorio de la Municipalidad Provincial de Chachapoyas, se reunieron todas las autoridades de Huancas, con el gerente municipal de la provincia, Econ. Edinson Cueva, contando como coordinador de debates, el Ing, José Encina, director de demarcación territorial del Gobierno Regional Amazonas. Huancas, por la voz de sus autoridades, presididas por su alcalde y de la Comunidad Campesina, manifestaron su postura y que toda la zona en conflicto, excepto Nadine I - II y el aeropuerto, se quedan bajo la administración de Huancas y lo demás bajo la responsabilidad de Chachapoyas, pero sin perder el derecho de las tierras de la Comunidad Campesina.


Esto, el sábado en Asamblea de la Comunidad Campesina de Huancas, se ratifica los acuerdos, sumándose algunas consideraciones complementarias, pero que la delimitación se da. Todo indica que será posible y con ello poner fin a una controversia, legal y administrativa que, si es que no se hallara solución, seguirá la bomba de tiempo en esos territorios.



Legalizar la administración del territorio, conlleva a que todos los habitantes de esas zonas, deberán regularizar sus predios, pagar sus tributos y con ello, contar con servicios de calidad que tanta falta hace. Todos conocemos este problema. En pleno Siglo XXI, no se puede padecer de servicios básicos o pretextos para no invertir en la mejora de la calidad de vida de nuestros vecinos.

En esa lógica, todos los que participaron en este evento, han manifestado su predisposición para que tal como desea Huancas, se pueda efectivizar en poco tiempo. Eso se complementará con una visita de equipos técnicos para que mediante equipos de precisión se pueda definir la delimitación administrativa.

Estos problemas se hicieron evidentes desde hace 25 años aproximadamente por temas de la administración del aeropuerto. Ambos territorios han desarrollado encuentros de negociación en diferentes ocasiones, pero sin llegar a acuerdos concretos. Hoy, parece que llegará a su fin y con ello, un nuevo amanecer para ambas localidades.


Fui testigo de este hecho. Observé cada gesto, cada discurso, cada fundamento. Rescato, la visión que tiene Zózimo Meléndez, el alcalde de Huancas. “es preferible sobrevivir que seguir muriendo en un conflicto que a ambos pueblos nos hace daño”. Cerrado esto, lo que viene es un trabajo muy inteligente para que la transición satisfaga a todos y que los pobladores entiendan que estos hechos traerán mejora en las zonas donde habitan y con ello, mejorar su calidad de vida.

Observé la madurez en cada personalidad firmante del acta. Eso que tanto nos hace falta para que por sobre las emociones, se imponga la razón. ¿Cuántas cosas se pueden hacer con visión de futuro?. Desde esta tribuna personal, expreso mi felicitación por tan importantes logros.

martes, 1 de agosto de 2023

Para la historia.

             



            Ya ni me acuerdo, la vez primera en que me comprometí en hacer algo por la tierra donde nací. Sé que mi pensamiento está con ella. No sé si es normal tener una obsesión por una ciudad donde habitan miles de personas y quizá seas el único que se impregna de los aromas de Chachapoyas, que pese a ser “vieja”, tiene es “no sé qué” que te apega a sus amaneceres, a sus noches y a sus proyecciones, las mismas que solo se harán posible, siempre que sus hijos apuesten por ella.

Cuando era casi un adolescente, hicimos una campaña para implementar la primera biblioteca municipal, formamos parte de una generación que hacía exposiciones de pintura en Lima, campañas para atender demandas con alimentos y vestido a zonas en emergencia. Más adulto, me involucré para que Serpost emita una estampilla en honor a Toribio Rodríguez de Mendoza, impulsé con las APAFAS la creación de la universidad, gestioné estando en Cusco, la presencia de bomberos expertos en apagar incendios forestales, presidí la comisión para la recuperación de la Catedral de Chachapoyas, me uní a un grupo para comprar una planta de oxígeno en plena pandemia, motivamos memoriales para la ampliación del aeropuerto de Chachapoyas y ahora, esto de la bandera más grande del Perú.

La bandera

Surgió de la nada. Bastó una motivación para que encuentres respuesta de un reducido grupo (como siempre, todos son los llamados pero poco los escogidos por el destino). El 2021, en una semana desde que nació la idea, hasta que se ice la bandera, pasó de todo. Superamos los miedos, la pandemia. Nos unimos grandes y chicos en esta extraordinaria experiencia. Exhortos, vimos izar nuestros colores rojo y blanco, presenciamos la lucha con los vientos.





Tiene 20 metros de largo por 9 de ancho. Nació para quedarse y formar parte de la historia, como que después de tres años es así. Tres años después, ya está depositada y guardada en una urna de vidrio, lleno de firmas de patriotas nuestros que fueron testigos de su último paseo. En Levanto, ya se hizo inmortal. Nuestra bandera en la tierra de Blas Valera, estará a la vista del mundo en un futuro museo de sitio.

También la asociación

            Con este motivo, los que impulsaron este gesto histórico, formaron la Asociación Civil “Mi bandera sobre las nubes” (ASCIMIBAN), teniendo su partida de nacimiento el 27 de agosto del 2022, curiosamente luego de dos años de haber iniciado esta gesta. Parecería que es un ejército, sin embargo son muy pocas personas que la conforman. Lo bueno de su existencia y sobrevivencia, son los múltiples caracteres, profesiones y miradas que tienen sus integrantes. Eso la hace que siga adelante. No rige otra razón que su compromiso con la patria. Vive, se oxigena con la voluntad de cada socio que rasca la olla para encontrar algo para compartir y hacer efectiva las actividades previstas. El primer año, fue un izamiento, el segundo con un poco más de expectativa, el tercero ya se cuenta con un mástil de acero y un terreno de 240 mt2, cedidos por Roger Castillo y para el cuarto en adelante, ya soñamos con que sea espléndido.

Primera JUNTA DIRECTIVA


            Y como dice el título, esto es para la historia. Esa que se tiene que contar con franqueza, donde se reconozca a los protagonistas (por eso escribo). Esa historia, que nos debe dejar como lecciones aprendidas, como evidencias para futuras motivaciones. Eso, que permitirá recordar por los hombres, cuantos años pasen.

Escudo institucional


            He sido protagonista de mi vida siempre y trataremos de seguir en ese camino, acompañado de dos cosas claves; en una mano, el amor y en la otra; el aprendizaje. Sin esas dos cosas, no somos absolutamente nada, ni para uno, peor para nadie.

 

P.D

Para que la historia nunca los olvide:

Arturo Gómez Vergaray/Norma Cruz Vilcarromero/María Lourdes, Chávez Zumaeta/Lesly, Montenegro Correa/William, Tinoco Soplín/Elizabeth, Terán Reátegui/Juanita M. Trigoso Puerta/Leonidas Puerta Valdez/Vianney M. Díaz Iliquin/Homero, Oyarce Escuadra//Nancy Reyna Viale/Pablo Vilca Huamán/Roger Castillo/Rocío del Carmen Zuta Muñoz/Edith Meléndez Huamán (Cosió la bandera)/Jerson Gormas Montoya/Luis Salier Rodríguez/Francisco Merino/Manuel Cabañas Lopez/Mayor PNP. Jhon Mendoza/Silvia Tuesta 

Iniciaron este proceso histórico. El 2023, se unieron jóvenes que será motivo de otra narración






viernes, 30 de junio de 2023

A la Florida (Pomacochas), sí voy más.

 


Iría muchas veces, más. No solo por esa sopa de arroz que hasta hoy se queda ese sabor en la boca, tampoco por su lago, que, como espejo mágico, te refleja en la cara los rayos del sol, menos por sus quesos diversos y de colores. A la Florida, puedo ir las veces que quiera. Es un polo de desarrollo en extensión en pleno corazón de Bongará, que vertiginosamente ha crecido y tiene varias manifestaciones por mostrar y recrear.



Dejó de ser, esa Pomacochas de los años sesenta, donde los pobladores con ponchos y caleros pasaban sus días en medio de totoras y comiendo carpas, truchas o pejerreyes, del arado de las chacras o del pastoreo. Hoy se viste de colores. Hace frio, sí, pero cuando el sol te abriga, también te quema, te resucita la existencia y hace tu estadía placentera. Esa Pomacochas, de los Catpo y los Chicanas, pasó a los Chávez, Bazán. Es un lugar extenso con una hegemonía de migrantes cajamarquinos que lo han forjado con otra mirada. Una evidencia de eso, son las estatuas pétreas traídas de Porcón y que adornan su Plaza, así como el ingreso al lago.

Regresé después de muchos años, exactamente desde el 2014, año en que formamos una Asociación de Turismo de la localidad, donde cruzamos el lago hasta el embarcadero de Levanto para comer cuyes y pejerreyes fritos o en ceviche y recibí como recuerdo un protector de cojín bordado con flores y un picaflor. De eso al 2023, Pomacochas, tiene cambios sorprendentes. Es más extensa, cuenta con hoteles de cinco pisos dispersos a lo largo del pueblo, varios restaurantes en toda la calle principal, decenas de mototaxis, y rueda de llantas de vehículos que pasan sin cesar a lo largo de las 24 horas del día.



Llegamos muy temprano, es el día del campesino, se aprecia mucho movimiento de gente. Bajo a la plaza, me embriagan sus colosales figuras de piedra. Destaca un picaflor cola de espátula, un pescador, una sirena y hasta un ordeño a la vaca. Cada retrato tallado es el reflejo de las actividades destacadas en la localidad. Sus calles ya no huelen a tierra mojada, el cemento se sembró en sus calles principales, que te llevan al Centro de Salud, al lago y hasta los miradores que han construido sus autoridades. Sin dejar de lado al camino del pantano, que hoy es ancho y hecho con piedras lajas, que te conducen a Campana Urco.




Al otro lado, está el lago al cual se ingresa por un camino temático; por un lado, extensiones de pastos y ganado, al otro, flores y bloques de piedra con figuras emblemas de la zona. Hay, una boletería donde pagas tres soles para entrar. Una plazuela rodeada de restaurantes y artesanía te espera, unos metros adelante, un camino flotante espera tus pasos para el embarcadero, donde botes de diferentes tamaños te esperan para que hagas un recorrido por las aguas del lago, lleno de mitos y leyendas. Se dice que debajo de él, hay un pueblo. Un pueblo que no quiso ayudar a un viejito y éste lo maldijo y se inundó. Este lago, tiene diversas historias por contar. Lo rodea millones de totoras que sirven para hacer canastas, cestos y petates. Las totoras son el lugar ideal para que aniden las garzas y las nutrias, que un día surcaron el Imaza, se apropiaron del lago y es hoy por hoy, un milagro encontrar un pejerrey, de esos que alguna vez sembró la CORDEAMAZONAS.




Pomacochas, es quizá el lugar de mayor crecimiento poblacional, tan igual que Jazán. Es un territorio cuya actividad principal es la ganadería. De allí, que le ha convertido en una cuenca lechera muy importante. Hay quesos muy variados y lo curioso que la mayoría de ello, lo llevan a Cajamarca, allí lo etiquetan y van a los supermercados limeños. Sus más de 2,220 metros sobre el nivel del mar y sus casi tres mil habitantes la hacen merecedora de mejoras permanentes.

Su gente de hoy, tiene otro rostro, otra mirada. El pueblo, tampoco es el mismo. Cambia de piel permanentemente y eso es bueno, para ellos, para Bongará y Amazonas. Todo cambio, es vital. Maturana, decía “que el movimiento, te renueva, te vitaliza, te hace sentir vivo”. Pomacochas sigue vivo, latente, pujante. Sigue siendo esa joya natural que brilla por determinación de sus hijos y autoridades.

Y la volveremos a ver…