martes, 23 de septiembre de 2025

TESTIGO DE HONOR

 


Dos días consecutivos, el cielo de Chachapoyas lloró. Consulté a Dios y me dijo en mi sueño, que las puertas del cielo se abrieron para que se derrame las lágrimas de todos los hijos amazonenses que murieron y por sus ojos, sus lágrimas como los ríos bendijeron a nuestra noble ciudad. Me dijo así mismo, que, en un rincón de su reino, vio que los ojos cansados de nuestro hermano mayor. Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes, se iluminaban nuevas ilusiones y al mismo tiempo su corazón cansado palpitaba de emoción radiante porque este inolvidable 30 de mayo, el Perú, su noble patria, le tendió alfombras doradas para que su nombre hoy y con más fuerza, suene en nuestra historia.

                Vi como manos temblorosas se juntaban con fuerza para aplaudir tan hermoso regalo. Regalo que desde hoy disfrutan nuestros hijos y que les durará para siempre. Vi palmas enrojecidas de tanto golpearse. Vi a nuestros ancianos, que, pese a su edad cargada sobre el hombro, sonreían orgullosos de mirar el otro futuro de nuestro pueblo. Vi a los niños y jóvenes ensayar más de una sonrisa. Vi circular en cientos de ojos vidriosos, agua cristalina, que nos mostraban cual espejo de sus almas, la emoción que nos embargaba.

                Vi abrazarnos más que nunca como hermanos, vi soñar nuevos horizontes, vi disfrutar a nuestra gente de nuevas emociones. Vi reflejado en cada alegría, el entusiasmo inocente de mis hijos, que orgullosamente y a su tiempo desfilarán por la UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA.

                Vi en tres horas de ceremonia como aplaude el pueblo de Amazonas. Escuché elevar plegarias al viento, para que éste con su fuerza lo lleve a Dios supremo para que recoja, entienda y comprenda que él, será el guía espiritual de este nuevo camino que el destino nos brinda.

                Vi también, nuevas preocupaciones, porque asumimos el noble compromiso de demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de hacer de esta UNIVERSIDAD, una institución con mayúsculas. De hacer de esta casa de estudios una fortaleza institucional que derrame calidad, capacidad, competencia y de muestras al mundo que, de este regalo tan esperado, haremos que sus frutos sean dulces y mejores para empalagar a todos con nuestras enseñanzas.

                 Voy llegando al final, pero no sé como terminar, también mis dedos que teclean la computadora se ponen a temblar, los anteojos se opacan porque mis ojos quieren lagrimear. Mi mente se queda en blanco y solo me queda un instante para elevar una oración y agradecerle a DIOS por su infinita bondad, a nuestros paisanos que dos días lloraron e inundaron nuestras calles y decirles que tengan fe que este hijo que nace lo haremos en el futuro un gigante y a mi querido DON TORIBIO, decirle que deje su rincón en el cielo, se agarre de la mano de DIOS y se ponga a bailar, porque la fiesta recién está por empezar.

NOTA: ¿Qué pasó ese 30 de mayo?
En la plaza de Armas de Chachapoyas, se dio a conocer y se presentó el expediente que sustente la creación de la universidad. Hubo varias exposiciones y fue una ceremonia muy emotiva. Dos días de intensas lluvias cayeron sobre la ciudad. Fue el año 2001.

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