No sé si ya se dijo todo, casi
nada o poco en relación con la Batalla de Higos Urco. Si es que se maduró con
el tiempo el impacto de esta gesta en la Independencia nacional o acaso, hay
temas secundarios pero complejos de explicar. Yo, trataré de dar mi propuesta
en estas líneas.
Cuando
leo algunas evidencias textuales, se habla en pocas líneas sobre el valor de la
religión en la batalla y esto se relaciona a la presencia de la “Virgen de la
Merced” en las pampas de Higos Urco. Un texto, dice “muy temprano en
hombros de sus feligreses la “Virgen de la Merced” es llevada a la zona de
combate como símbolo de protección a los que defienden la causa de la libertad”
¿Cuáles
fueron las razones para mezclar lucha y religión? A lo largo de la historia
universal, hemos leído de las cruzadas, de las guerras brutales por recuperar o
tener el poder bajo el pretexto de la Cruz como medio y forma de protección.
Con la Cruz, Cristóbal Colón, descubre América y en nombre de este símbolo cristiano,
se evangelizó a todos los pueblos. Desde 1538 en que arriban las ordenes
religiosas en esta parte del país, existía un afán redentor por fortalecer el
evangelio en las nacientes conquistas. Los mercedarios, eran un grupo muy
sólido, al extremo que tenemos el privilegio de tener una de las cinco imágenes
originales de la Virgen de la Merced en Chachapoyas, las restantes están en
Cusco, Lima, Bogotá y Santo Domingo.
Ante
la falta de respaldo y sapiencia militar por parte de los defensores de la libertad,
no cuesta imaginarse que, lanzado una piedra, un disparo, prestos regresaban
los combatientes a persignase ante la deidad religiosa y seguir su lucha. Hay
un hecho poco valorado, como es el gesto de José Portocarrero que, en un gesto,
llamado milagro, levanta el cañón, pone su lugar y vuelve a disparar. Si no
fuera por este acto sobrehumano, la batalla hubiera sido un fracaso. Ese acto
tuvo un apoyo espiritual de otra dimensión. Eso es lo que se creía y se cree.
Siempre hechos extraños estamos acostumbrados a darle un valor divino. Así fue
y será siempre que nuestros valores religiosos lo permitan.
En
el Siglo XX, las fuerzas armadas del Perú, para fundamentar que la Virgen de la
Merced, sea considerada como la Gran Mariscala del Perú y patrona de las
Fuerzas Armadas, resaltan su protagonismo en las acciones patrióticas tanto de Cusco
como de Chachapoyas, por lo que respalda la teoría de la partición de esta
deidad religiosa en la batalla de Higos Urco.
Un
hecho interesante que resaltar y con esto termino, es que pasados cien años de
la gesta, un 6 de junio de 1921, en el patio de honor del Colegio San Juan de
la Libertad (local antiguo que hoy ocupa la II.EE Virgen Asunta), se difunde la
gesta y desde allí de manera ininterrumpida se recuerda a Juan Valdiviezo y sus
más de 60 patriotas que permitieron consolidar el camino para la independencia
definitiva del país del yugo español.
1 comentario:
*De niño imaginaba a Matiaza Rimachi en Higos Urco*
Por siglos, la entrada por el este a Chachapoyas era subiendo las cuestas de Rondón y El Atajo, llegando a la punta a pie o a caballo, la sed ardía, unos optaban po*r una chicha refrescante y otros por el agua de pozo entre retamas, luego cruzábamos las *pampas de Higos Urco*. Donde hoy se alza la universidad y el monumento a la batalla de Higos Urco, había potreros que alquilaban para que los caballos pasten bajo la luna.
Pero la carretera eligió otro rumbo, quitando a las nuevas generaciones la oportunidad de pasar por las pampas, donde doña Matiaza y sus compañeros patriotas se batieron heroicamente en defensa de la libertad un 6 de junio de 1821. (Ahora, del camino que fue, en la *Z* hay un tramo como museo del Qhapaq Ñan)
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