Desde hace muchos años, desde que tengo uso de razón se habla mucho de los botaderos de basura que con el tiempo se llaman rellenos sanitarios y otros nombres que se impone a capricho de los “expertos ambientales”.
Felizmente, tal parece que por la presión mediática y las exigencias ambientales se viene impulsado hacer algo digno para nuestra ciudad y dejar para siempre la “catarata de basura” que tenemos. Se habla que será en Tuctilla (fundo Membrillo), antes se decia, Huancas o Bocanegra.
Quiero contarles una
experiencia asombrosa. El 2019, estuve en Corea del Sur y nos llevaron de
visita al Relleno Sanitario Sudokwon, que está a 40 kilómetros de Seúl y cuenta
con una extensión de 2,000 hectáreas en el que recibe 18 mil toneladas de
desechos por día.
Es casi una ciudad.
Hay un edificio central donde laboran cientos de personas entre funcionarios y
operarios. En la entrada, hay una maqueta donde se ve panorámicamente como es
este lugar.
El Gobierno
Metropolitano de Seúl, promueve políticas medio ambientales en diferentes
campos con el fin de crear un grato y habitable ambiente urbano de primera
clase mundial, en el que se incluye políticas de energía diversificada,
políticas de gestión de residuos, políticas de mejora de la calidad del aire,
políticas de control de ruido y olor, políticas de restauración ecológica, etc.
van respondiendo activamente al cambio climático, lo que hace que estas
políticas sean reconocidas como prácticas ejemplares a nivel mundial.
Recorrer estas 2,000
Hás, es mucho tiempo. Es increíble la tecnología de punta y el trabajo
especializado en la zona, al extremo que usan áreas determinadas por etapas, lo
clausuran y hacen trabajos complementarios como un parque ecológico ambiental,
producen electricidad, aprovechando el gas metano. Lo sorprendente de esto, es
inmensas áreas verdes donde florece la vida, el deporte y la salud pública.
Tuctilla, es una zona
seleccionada para esta experiencia en Chachapoyas. Dependerá de la cantidad de
residuos su tiempo de vida y el manejo que se de a sus 17 hectáreas. Lo visto en Corea, quizá difícil de aplicar por las
normas existentes en nuestro país, sea motivo para dar valor agregado a los
desperdicios. Según el expediente técnico, las instalaciones mínimas que poseerá el
relleno sanitario son las siguientes:
1.- Impermeabilización
de la base y los taludes del relleno con arcilla para evitar la contaminación ambiental por lixiviados;
2. Drenes de
lixiviados con planta de tratamiento o sistema de recirculación interna;
3. Drenes y chimeneas
de evacuación y control de gases;
4. Canales perimétricos
de evacuación de aguas de escorrentía superficial;
5. Barrera sanitaria
(cerco natural o artificial);
6. Señalización y
letreros de información;
7. Construcciones complementarias
como: caseta de control, oficina administrativa, almacén, servicios higiénicos
y vestuario; entre otras.
Nuestra geografía accidentada, obliga hacer proyectos innovadores. Merecemos inversión ambiental acorde al Siglo XXI y que sea de provecho para todos.
Se sabe que este proyecto será de 10 años. Hoy, Chachapoyas, recoge 28 T de residuos diarios, en cinco años, quizá sea 40 y al final del proyecto, 60. Esto implica que desde hoy se debe pensar en una zona distante de la ciudad para que no tenga problemas sociales como las que hoy se presentan y si de paso, se mejora la GESTIÓN EN LAS COMUNICACIONES, mejor aún.
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