lunes, 11 de enero de 2021

UN SIGLO DE VIDA

 

Nació cien años después de la Batalla de Higos Urco y cuando se formalizó la culminación de la primera guerra mundial. Vio la luz natural de la vida el año que los faroles, candiles y mecheros era normal en cada hogar y donde a la falta de “doctor” una parturienta experta ayudaba a salir al mundo a todo niño o niña en esa pequeña ciudad de menos de diez mil personas y donde a las justas las casas rodeaban a la plaza y lejos de ella, todo era greda, maguey, pencas y zarzamoras. Para su familia no es un año cualquiera, Doña MERCEDES PICON ALVA, Vda de Trigoso,  cumple ¡UN SIGLO! este 12 de enero.

 

La recuerdo muy vagamente en mi infancia. La veía salir de su casa, acompañando a Don Manuel Trigoso Alvarado, primo de mi papá, rumbo a la chacra por la salida a Mendoza, donde se quedaban días y traían: maíz, frejol, caña de azúcar. La recuerdo con su escoba de paja que limpiaba la calle cansa cansa; esas calles de antaño que olía a tierra mojada, a pasos de caballos que venían de Mendoza o Molinopampa, de cerdos callejeros que comían todo a su paso y de huellas de muchachos que caminaban a la escuela. Ya es viuda, desde hace 18 años.

 

Es hija de Don Miguel Picón y de doña Encarnación Alva, todos chachapoyanos hasta el tuétano. Con mi tío Manuel, tuvo cuatro hijos: Zoila, Manuel Rigoberto, Zulema y Maritza. Tiene nueve nietos que son: Milagros,Janely, Lucia,Mariela, Ana Lucia, Cristina, Miguel, Martín y Eduardo Andrés...sus bisnietos, Camilita, Daniel, Ariana,Thiago,y Joaquin.

 


Cuando los hijos se van del nido, queda la casa vacía y se siente las ausencias, es por eso que desde hace 28 años radica en Lima, dejando su eterno barrio de Tushpuna donde convivía con los vecinos, disfrutaba de los carnavales y su devoción a la” Santísima Cruz de Tushpuna” que se celebra cada segundo domingo de mayo de todos los años.

 

Con sus hijos hemos convivido determinados momentos en el barrio y me llamaron para ver si pudiera escribir algo para ella; sin excusa alguna les dije que puedo y lo hago con esa satisfacción de servir a las personas que te sirvieron en algún momento. Lo hago, además por el mérito de vivir ¡CIEN años! y vivirlo intensamente, pese a las ausencias, de recuerdos gratos que no se borran de la memoria de Doña Mercedes y sé lo que representa ella para sus hijos. Actualmente, por lo que me cuenta, Zulema, por razones de seguridad personal está en casa clínica de reposo, pero no será obstáculo para celebrar este aniversario, sin fiesta, sin buffet, pero sí con la ternura de los hijos y nietos que virtualmente estarán comunicándose con ella desde diferentes partes del mundo.

Zulema me dice que escriba lo siguiente:

“Personalmente, estoy muy orgullosa de tener una madre como tú, mujer que a punche nos sacaste a delante, enseñándonos el trabajo con dignidad, la unión con mis 4 hermanos y el amor a Dios y al prójimo, eres una guerrera de las nubes amazonenses, es por todo esto que no hay un segundo que no te tenga presente en mi mente y mi corazón...Te amamos madre bella dueña absoluta de nuestros pasos”.

Del barrio de Tushpuna, también nos unimos para que este aniversario (extraño por las circunstancias) la permita disfrutar de su querido café negro, su tucsiche, ese inolvidable queso que hace “chicle en la boca” y sus entrañables humitas que le permita sentir el sabor de la gastronomía de su querida Chachapoyas.

Un abrazo a la distancia, Doña, Mechita y que vengas otros cien más…



1 comentario:

Unknown dijo...

Mi ternura, mi alegría por nuestras paisanas longevas. Que viva muchos años más para felicidad de sus familiares. Mi abuelita vivió 107 años. La extrañamos. Solo Dios es el responsable de nuestro tiempo. Felicidades a todos.