lunes, 4 de mayo de 2020

Nunca seremos como antes



La pandemia del Covid-19 vino a sumarse a una serie de problemas relacionados con el binomio vida-humanidad. Los diferentes llamados a la responsabilidad individual en nombre de un bien común -en este caso la salud- no pueden ya reposar sobre la capacidad represiva de un Estado en aras de proteger la salud de los habitantes, ni sobre la idea de una ciencia políticamente neutra que aleja a los ciudadanos del bien común. Lo que está en juego en esta crisis es la construcción de otra representación de la sociedad como un bien co producido dentro de un espacio político deliberativo, así lo explica, la Dra, Elonor Ostrom, Premio nobel de Economía y sin lugar a dudas, invita a reflexionar en voz alta y recurrir a estrategias individuales para garantizar el “BIEN COMÚN”


Esos paradigmas asociados a voluntades, empeños se tiene, necesariamente que cambiar por hábitos y conductas y un trabajo sistemático de las instituciones públicas responsables de la “calidad ciudadana” como son Salud y Educación, que permitan informar y orientar los comportamientos individuales ante sucesos colectivos, que incluya:

-      Lavado de manos permanentemente
-      Uso correcto del distanciamiento entre las personas
-      Usar mascarillas, gel y alcohol permanentemente
-    Emplear ropa acorde con el problema social y alejarse de accesorios que permiten ser imanes a los virus.

No cabe duda que las relaciones sociales y humanas se tendrán que modificar agresivamente a fin de preservar nuestra seguridad, tranquilidad y también de la familia, entre ellos: Dejar de estrechar la mano, saludar en la mejilla, tributarse sendos y efusivos abrazos, aplicar la proxemia comunicacional y llevar una vida más planificada, segura y valorada por uno mismo.

No es momento para buscar justificaciones, la pandemia, obliga a asumir nuestras responsabilidades y compromisos con el “par” o “el otro”. Los servicios básicos hoy por hoy, dejan de ser los alimentos, la ropa, la salud, hoy obliga ingresar al comercio electrónico, al teletrabajo, las transacciones económicas vía tarjetas de crédito para minimizar el contacto social.


Es momento para demostrarnos a nosotros mismos de que estamos hechos. Es momento en que los gobernantes y gobernados acerquen distancias y vean la proyección del futuro de la vida en base a decisiones para lograr alcanzar el éxito deseado. Hoy, se discute nuevas formas de trabajo, el uso de las tele conferencias, los informes electrónicos, más conversaciones pero que sean de calidad, Conversaciones que conviertan a los líderes en motivos de reacción, aprecio, valoración y empatía, dejando de lado ese “falso orgullo de poder” efímero.

Es hora de hacer grandes cambios en la economía, en la política a, en la salud y la educación, así como en el comercio y otras actividades de rutina nacional, pero todo partirá de uno mismo. Actuemos RESPONSABLEMENTE. Seamos solidarios ya que tus actos humanos de hoy pueden ser lo que permitan vivir con tranquilidad a mucha gente.

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