La pandemia del
Covid-19 vino a sumarse a una serie de problemas relacionados con el binomio
vida-humanidad. Los diferentes llamados a la responsabilidad individual en
nombre de un bien común -en este caso la salud- no pueden ya reposar sobre la
capacidad represiva de un Estado en aras de proteger la salud de los
habitantes, ni sobre la idea de una ciencia políticamente neutra que aleja a
los ciudadanos del bien común. Lo que está en juego en esta crisis es la
construcción de otra representación de la sociedad como un bien co producido
dentro de un espacio político deliberativo, así lo explica, la Dra, Elonor Ostrom,
Premio nobel de Economía y sin lugar a dudas, invita a reflexionar en voz alta
y recurrir a estrategias individuales para garantizar el “BIEN COMÚN”
Esos paradigmas
asociados a voluntades, empeños se tiene, necesariamente que cambiar por
hábitos y conductas y un trabajo sistemático de las instituciones públicas
responsables de la “calidad ciudadana” como son Salud y Educación, que permitan
informar y orientar los comportamientos individuales ante sucesos colectivos,
que incluya:
-
Lavado de manos permanentemente
-
Uso correcto del distanciamiento
entre las personas
-
Usar mascarillas, gel y alcohol
permanentemente
- Emplear ropa acorde con el
problema social y alejarse de accesorios que permiten ser imanes a los virus.
No cabe duda que
las relaciones sociales y humanas se tendrán que modificar agresivamente a fin
de preservar nuestra seguridad, tranquilidad y también de la familia, entre
ellos: Dejar de estrechar la mano, saludar en la mejilla, tributarse sendos y
efusivos abrazos, aplicar la proxemia comunicacional y llevar una vida más
planificada, segura y valorada por uno mismo.
No es momento
para buscar justificaciones, la pandemia, obliga a asumir nuestras
responsabilidades y compromisos con el “par” o “el otro”. Los servicios básicos
hoy por hoy, dejan de ser los alimentos, la ropa, la salud, hoy obliga ingresar
al comercio electrónico, al teletrabajo, las transacciones económicas vía
tarjetas de crédito para minimizar el contacto social.
Es momento para demostrarnos a nosotros mismos de que estamos
hechos. Es momento en que los gobernantes y gobernados acerquen distancias y
vean la proyección del futuro de la vida en base a decisiones para lograr
alcanzar el éxito deseado. Hoy, se discute nuevas formas de trabajo, el uso de
las tele conferencias, los informes electrónicos, más conversaciones pero que
sean de calidad, Conversaciones que conviertan a los líderes en motivos de
reacción, aprecio, valoración y empatía, dejando de lado ese “falso orgullo de
poder” efímero.
Es hora de hacer grandes cambios en la economía, en la política a,
en la salud y la educación, así como en el comercio y otras actividades de
rutina nacional, pero todo partirá de uno mismo. Actuemos RESPONSABLEMENTE.
Seamos solidarios ya que tus actos humanos de hoy pueden ser lo que permitan
vivir con tranquilidad a mucha gente.
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