Alguna vez afirmé que Molinopampa
tiene todo para ser el mejor distrito de la provincia de Chachapoyas. Alguna
vez dije, que sus hijos tienen que hacer su revolución. Alguna vez dije que
esta “puerta al Alto Imaza” tiene que abrirse para mostrar al mundo que eso de “Suiza
peruana” no es una frase; es una realidad, guardando las distancias por
supuesto.
Es un distrito que con el paso de
los años ha dado muestra de que a punta de coraje y creatividad se puede llegar
lejos y vaya que en esta parte del país es una potencia lechera. Sus más de 20
mil litros de leche diaria así lo presentan. Tiene una población emergente que
a consecuencia de su crecimiento educativo, vuelcan sus conocimientos en la
mejora de sus recursos, tanto naturales como sociales, culturales y turísticos.
Si hace una década era imposible
descansar en hoteles, hoy lo hace y con todo el confort que te da la
modernidad, alimentarte con leche, queso, yogurt, natilla, carne de trucha,
pescado, cerdo o res. Tienes un mercado sabatino donde se exhiben una variedad
de productos que hacen competencia a la Yerbabuena y Pipus o Cashac en
Quinjalca. Tiene una plaza monumental presidida por el busto de Mateaza Rimachi
y una iglesia matriz que guarda en su interior uno de los retablos más
impresionantes de toda la zona sur de Amazonas y si a esto sumamos nuevos
proyectos, les aseguro que está cambiando de piel.
Puente de piedra sobre el río Ventilla |
Circunstancialmente hemos viajado
este fin de semana a Molinopampa y hemos podido apreciar que sus autoridades
locales están poniendo la mirada en el rubro del turismo, puntualmente en la
zona denominada “El Colpar” que a pie del centro del pueblo está a 15 minutos o
cinco en carro. Se aprecia un llamativo puente colgante sobre el río "Ventilla" que pasa cerca al poblado, otros puentes fijos en arco de color naranja al
fondo distraen nuestra mirada y son puntos de atracción. Delante de todo, se
levanta un portón de forma rústica y dentro de ella se abren piscinas de piedra
de todo tamaño que recoge las aguas “tibias” de la zona a causa de la cantidad
considerable de azufre que emana el lugar; de allí su nombre de “Colpar”.
Hay una pequeña vertiente de agua tibia,
un poco más caliente en las madrugadas que llena las piscinas en un radio de
800 metros cuadrados. Según el alcalde, se tiene previsto hacer una laguna
artificial, un restaurante turístico, colocar botes para circular en la laguna
y miradores naturales, así como campos deportivos y un parque infantil, todo
ello construido con recursos propios. La autoridad local, me dice que hasta hoy
llevan gastados sobre los 400 mil nuevos soles.
Impresiona a nuestros ojos el
proyecto en camino, que estaría siendo inaugurado a fines del mes de setiembre
de este año. Impresiona porque gracias a las ideas de personas creativas se
viene haciendo realidad el proyecto, que además de distraer a los visitantes,
será como un centro de rehabilitación en temas de las articulaciones, ya que
las aguas azufradas o termales tienen ese propósito.
Un detalle particular, es que
mientras paseamos por la zona, cientos de golondrinas pasan volando muy cerca a
nuestro cuerpo. Y me dicen que eso es poco, ya que a partir de las 6.30, cuando
ya cae el día, miles de aves vienen a dormir en la zona y de paso a recuperar
energías comiendo la sal del lugar. De ser verdad, tengan la seguridad que este
proyecto quedará pequeño una vez que se ponga al servicio de la población.
Termino, tal como inicié este
artículo: “Solo los que luchan y creen, hacen realidad los sueños” Molinopampa está
despertando y estoy convencido que en poco tiempo, la mirada del mundo se
orientará hacia esta zona.
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