lunes, 17 de julio de 2017

Jetas mojadas


Jajajajajaja, me imagino la expresión de cada uno.
¿Quién no fue adolescente en su vida? La edad más complicada, marcada por la rebeldía y de los cambios físicos que para muchos era verdadero cambio: Sale pelos en todo el cuerpo, te crece el cogote con una manzana, dizque de Adán. La nariz se perfila, se hace aguileña, respingada, griega. Crecen los pezones en el varón y le cuentas a tu pata, ya te dice que eres un racasho, las chicas se hacen más altas, su cuerpo ya apetece. Es la etapa donde más paras en el espejo. Que si te sale un chupo en la nariz, cachete o frente, lo revientas y para pasar piola, te echas la crema de la vieja o hermana para disimularlo ante las germitas o ante los zagales que se hacen los galanes parados en las esquinas de las escuelas.

En esa edad, todo te apesta. Jode cuando tu mamá te llama a comer, peor si estás waina. En esa edad, no existe las horas de la comida y hasta haces una huelga no planificada. Prefieres tirar el uniforme, ir a la puerta del colegio y con solo mirar a la flaca y que tampoco sabe que lo miras, ya te pones prosa, tu pecho se hincha por la emoción y caminas sobre algodón, pasando por la “competencia” que también piensa y compite por lo mismo: la chica.
Hace cuarenta años, las chicas de mi generación, no vestían pantalones ceñidos, menos polos a la altura del pupo, creo que tampoco se pintaban las uñas, menos los labios y olían a momento, a estación y con tanto frío, usaban poncho y gorra hecho a mano por la abuelita o la mamá y si tenías plata, uno hecho por Juan Borda ya te daba clase social. Don Juan era el "Renzo Costa" o "Versace"  de los chachapoyanos en los setentas y ochentas.

Ser adolescente, es genial porque pierdes miedo al agua y hasta te bañas cinco veces al día, ya no estas patacala o en llanque, ya te cortas las uñas, te quitas el pique de tu dedo gordo, te pones media, haces que lo replanchen tu ropa, ya no usas agua de choloque como shampoo, ya usas loción, aun que sea de un sol, pero haces que huelas bien, pero apestes para los demás.
Ser adolescente, es retar a la vieja que amenaza con tirarte un palo por el lomo, te haces resabido, ya te sientes pendejo. Ser adolescente, es ya no tener horario, tu pata te pica por estar en la calle, te olvidas del frío del calor, de la noche o del día. Eres el amo de tu tiempo y de tu vida, tus viejos son eso, “viejos”, pasados de moda y no de estos tiempos. Eres inmortal, experimentas con todo lo que ves, haces canchita de la yerba seca o “champa” de las pampas, hueles a humo de tabaco negro, a trago de cantina cómplice de la muchachada. Eres tu héroe de la pubertad, hasta que una chancleta, una penca o un cinchazo te regresa a tu realidad: ¡Ni te limpias bien tu moco, ya estas pensando en cojudeses!, ploj, ploj, ploj lo que se hincha tu poto caen los golpes a la cual se acompaña con la libreta de notas puro rojo. Ese rojo de corazón enamorado en la adolescencia.

Creo que por cansancio, la chica aceptó mis ruegos. Mi primera mucha y jeta mojada fue tan rápido, tan inocente, tan,tan,tan… Son esos besos que le robas a la pasadita y pensando en ese momento, tu barriga está lleno de mariposas, no duermes, vuelas con la imaginación, te pavoneas contando a la gentita del barrio y a los patas de la escuela y luego el ¡anda!¡azu!¡lechero!¡ya eres hombre, on!.

Ser adolescente, es mirar a la nada. Los que hemos pasado ese momento genial de nuestra existencia, sabemos que la locura, pasión, osadía, libertad, ingenio, palomillada está en esta edad y por más que lo quieras imitar, no será lo mismo. Siempre la primera vez te deja una huella que no lo borra, ni el tiempo, tampoco el olvido.

Cogote : Cuello
Racasho: Varón que se queja de todo.
Germitas: Chicas.
Waina : Enamorado.
Prosa: Sobrado, vanidoso.
Patacala: Pie sin protección (zapato)
Llanque: Especia de sandalia hecho de llanta
Pique: Parásito.
Ploj: sonido de un golpe

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