Camino con mi hijo por las calles de la ciudad. El
con los audífonos en los oídos, yo saludando a la gente que pasa a mi costado.
Me alcanza un audífono, vanidoso me dice este es música viejo. Mis oídos viejos
antes que melodía escucha una serie de sonidos que hacen ruido. No hay belleza,
armonía. Me dice que es música electrónica y que los Disjey hacen conciertos
con miles de personas. ¿Fuiste alguna vez a algún concierto? A una de Raphael
en los años 90 le conteste. Y se puso a reír.
Recuerdo que hace 10 años, estaba de moda el reggaetón,
donde la pareja bailaba con pasos eróticos y paso a la historia, llega el rap y
pasa como un rayo dejando una luz fatua y desaparece. La música electrónica muy
de moda en la juventud, quizá también tenga esa final. Una de las razones
porque desaparecen, dicen los estudiosos de la música, es que están hechos para
un temporada de la vida y no para formar parte de la historia de vida.
No me imagino una frase como “Yo la subí en un taxi,
en camino al club” sea la que recuerde un beso, un abrazo o un primer amor,
menos “Quiero la gasolina” o peor “tengo la casa sola”, menos será:
“No tengo
astrosi
no Tengo reuma
no tengo colesteró
no tengo asuca”.
Pero sí, los de mi generación tendrán bien grabado
letras como “Reloj no marques las horas, has que la noche sea perpetua, para
que no se vaya de mí, para que nunca amanezca”, o de Manolo Galván
“Te dije,
te digo y te diré
que te
quiero más que a nadie y te querré,
de la
forma en que tú quieres que te quiera”.
Quién no
dedicó en algún momento de su vida una canción a su amada con la voz de Leo
Dan, de Camilo Sesto, Manolo Otero, José José, Julio Iglesias y cada una de
esas canciones dejaron huella entre varón y la mujer.
Cada
generación tiene sus momentos de gloria, pero en materia de música y que no
pasa de moda es sin duda alguna, la música de antes, donde el romanticismo
marcó en cada corazón humano. Y eso que estamos dejando de lado la música pop.
No hay comentarios:
Publicar un comentario