Presidente, en campaña le he visto
de cerca, muy de cerca, tanto en un hotel de mi tierra donde decía que no le
gustan los maricones, ni la droga, ni la corrupción, pero sí manifestaba rabia
y violencia en su discurso. Le he visto en Pedro Ruíz montado sobre una
camioneta y hablaba como un militar a sus seguidores. He votado por usted, pero
no lo haría en un futuro próximo.
Millones de peruanos votaron por
usted, porque estábamos cansados de los robos, de los indultos, de la
corrupción, del desenfreno, de la mentira, del chantaje y del terror económico
y social del Perú. Hoy todos y muchos, lamentan el haberlo elegido. De ese país
en proyección no queda nada, usted, con su mensaje nacionalista le puso un
enorme freno a nuestra economía y dejamos de ser vistos con orgullo.
Señor Humala, todas las mañanas muy
temprano prendo la tele y leo los periódicos y lo que se ve y lo que se lee,
uno se imagina que debe estar en México, en Guatemala, Honduras o El Salvador o
hasta quizá en el Medio Oriente ya que todo es violencia, sangre y dolor.
Señor Humala, tiene el privilegio
de viajar a donde sea con un resguardo que pagamos todos los peruanos y quizá
por eso no se apiada de la gente de a pié. Esa gente que votó por usted y hoy
en carne propia sufre la muerte de un hijo, de un padre o un amigo a causa de
la violencia social que sacude Lima y otras partes del Perú.
No hay un día donde las familias
lloren, donde alguien es asesinado cobardemente por delincuentes miserables que
por un celular o un sol matan a nuestra
gente, tu gente que votó para que seas presidente y nadie dice nada o hace nada
para mitigar esta barbarie delincuencial.
Ahora las calles están llenas de sicarios,
motoristas, carteristas, contrabandistas que han acaparado poder y sus
tentáculos llegan hasta su entorno presidencial. No es justo por defender los derechos
de aquellos que violan, matan y asesinan dejemos sin protección a los peruanos.
Soy padre, peruano y compatriota
como usted, pero con una gran diferencia: no gozo del poder, usted tiene todo y
no hace nada por resolverlo.
Presidente Humala, no deje que sus
manos y conciencia se siga manchando de sangre por la violencia, haga más que
algo. No solo normas; sino evidencias que demuestren hechos y acciones.
Cada calle, cada lugar es tierra de
nadie. Recupere su investidura, demuestre que fue elegido para la gran
transformación y no para la destrucción de nuestro PERU
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