En política como en la empresa, tiene que existir un punto que quiebre la
rutina para generar reacciones. Eso lo saben los empresarios de CANATUR, que
por medio de su eterno presidente, buscan “aprovechar” la coyuntura mundial del
nombre Amazonas, para hacer su agosto en agosto y así todos los meses del año,
de aquí en adelante.
Desde el punto de vista de la mercadotecnia, el nombre siempre se asocia
al éxito, cuando ésta se convierte en una marca: Así tenemos a : Coca Cola,
Pepsi, Pilsen, Nike, etc. En el caso de los destinos turísticos, se emplea la
misma herramienta para convertirlos en productos que generen divisas.
La propuesta de Canales, no es del todo descabellada, pero sí oportunista
y que ha generado discusiones de todo tipo en las redes sociales entre los
amazónicos y nada más, en otros medios no tiene la resonancia del caso, mucho
menos la atención de los actores políticos nacionales. Reitero, no es
descabellada, porque el cambio de nombre de Amazonas, remonta a los años 60,
cuando el Crl. Luis Pizarro Castañeda, autor de varios libros militares y de la
Batalla de Higos – Urco, planteó al Congreso de la República, la posibilidad de
cambiarlo el nombre por el de La Independencia, en honor a la gesta heroica de
la Batalla del 6 de Junio de 1 821 y como homenaje eterno al prócer y precursor
de nuestra independencia nacional, el Dr. Alejandro Toribio Rodríguez de
Mendoza Collantes.
Es verdad, el nombre de Amazonas, como
tal no vende como destino territorial, más se asocia al río y a otros
estados más poderosos que nosotros que delimitan dentro de los territorios de países
como Venezuela y Brasil. Más se asocia a nuestro departamento con su capital
Chachapoyas o Kuélap por mencionar algunos.
Es un tema espinoso, delicado e inoportuno, pero que permite prender la
llama de la alerta, ya que cuando los ríos suenan, es porque piedras trae y; no
vaya ser que esto sea una corriente que poco a poco cale en la clase gobernante
y de la noche a la mañana seamos “entenaos” de otra patria chica que difícilmente
lo adoptaríamos.
Me felicito, que opiniones de esta naturaleza, haya generado en
sentimiento de pertenencia de cada uno de los opinantes, eso quiere decir, que
el “yo soy de…..”, “mi tierra es…”, “Viva mi provincia de…”viene primando en la
mente de una nueva generación de hijos amazonenses que se sienten orgullosos de
lo que son, de lo que fueron sus antepasados y de lo que podríamos ser en el
futuro.
Me felicito de compartir opiniones alturadas, otras descabelladas y quizá
altisonantes, pero que amerita ser tomado en cuenta por la administración
pública y política regional, a fin de desarrollar acciones que permitan seguir
fortaleciendo ese emergente orgullo por lo nuestro. Ese lo nuestro que no tiene
precio. Ese lo nuestro que es un patrimonio del mundo, pero es herencia de
nuestros viejos.
Soy amazonense en su total integridad. Llevo en la sangre genes de
Chachapoyas y de Mendoza por mis padres, mis hijos, bisnietos de nobles de Bagua
y Utcubamba. En mi alma errante y peregrino viajero por nuestro territorio,
solo me acompaña como escudo el nombre de mi región: AMAZONAS y eso no se
cambia por NADA
No hay comentarios:
Publicar un comentario