Para todos los amazonenses sin excepción alguna, nuestro departamento tiene todo lo que se pueda encontrar en el país. Además de nuestra variada geografía, nuestros diversos microclimas, la belleza natural de nuestras provincias, la riqueza cultural e histórica, hace que seamos un territorio privilegiado, pero que todavía no se muestra claramente como una oportunidad para todos. Y todos somos nosotros, los peruanos y el mundo en general.
Si se viaja a Condorcanqui, encontramos además de la natural belleza salvaje amazónica, una de las reservas humanas más valiosas con que contamos: Los Jíbaros, representados entre los awarunas y huambisas, en Mendoza sus valles cual mesas de ajedrez que son bañados por el guayabamba, en Luya los legados emblemáticos dejados por los Sachapuyo, en Bongará sus cataratas, en Bagua y Utcubamba sus potencialidades agroindustriales y Chachapoyas donde todos respiramos historia y tradición. Tenemos todo ¿Qué nos falta?
Nos falta crear y fortalecer una marca de destino y producto turístico regional que nos permita ganar y recuperar identidad. Una marca que marque la diferencia con los otros “amazonas” existentes en Sudamérica, una marca que posesione nuestro nombre en el mundo, una marca que saque roncha al resto.
La modernidad en la gestión del turismo mundial, que tiene que ver con la planificación, conduce a que los gestores turísticos, además de orientar este segmento, valide y promueve alternativas que conlleven al éxito del producto que ofertamos. Ese producto turístico, hoy representado en Kuélap, debe conllevar a alcanzar rangos de competitividad y excelencia de la mano con una marca turística regional.
En principio tenemos tres opciones: La marca única (todos los productos del destino turístico llevan la marca de éste), las marcas múltiples (cada elemento tiene su propia marca) o la marca paraguas que es una mezcla de las anteriores. Sea cual sea el objeto de nuestros productos, es clave contar con una marca, para lo cual se me ocurre plantear a modo de iniciativa, desarrollar un concurso nacional de artistas plásticos para que crean esta marca, tal como lo hicieron en España (puerta de ingreso a Europa), Colombia (el riesgo es que te quieras quedar), Guatemala (todo el mundo a tus pies), etc.
En este concurso se tiene que contar con bases donde se plantee y oriente la importancia de Amazonas en el aspecto económico, social, cultural. Una marca turística para Amazonas, será a mi juicio, motivo para que todos recuperemos la confianza en nosotros mismos, nuestras fortalezas y en nuestro futuro. La idea está suelta, lo que se haga o diga depende de los que toman las decisiones.
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