jueves, 6 de enero de 2011

YAU CHUSHITO: ¡NOS QUEDAMOS SIN EXONERACIONES!

Para todos nosotros los que de una ú otra manera nos interesa la política, el hecho mismo de que desde enero de este año gran parte de los departamentos de la Amazonía se levantaron las exoneraciones tributarias, representa un fuerte golpe a la precariedad económica de miles de familias que pese a todo sobreviven en un mundo de precariedad, abandono, exclusión y sueldos congelados que los permite vivir por vivir, en el límite de lo permitido y las restricciones familiares.
Conozco muchos casos de familias que tienen ingresos económicos restringidos que se limitan a comer una o como máximo dos veces al día a fin de ahorrar y mandar dinero a sus hijos que se encuentran estudiando fuera de Amazonas. Conozco a cientos de hogares que restringen sus servicios para no pagar precios elevados en agua, luz. Conozco a miles de personas que se renuevan su vestuario una o dos veces al año por lo caro de la ropa. Conozco mucho más que eso y no me aventuro a saber que pasará mañana cuando veamos que en el mercado sube todo hasta un 19% más de su precio real.
Y ese aumento en los servicios, en los productos de primera necesidad, en el combustible, las medicinas, conllevará a la clase media existente (¿habrá?) sufrir un cambio radical en su conducta social y urbana y todo por una irresponsabilidad política por un lado y por otro los comerciantes que se enriquecieron con estas gabelas del gobierno central, que implementó las exoneraciones con un sano propósito; pero que encontró en el camino a sinvergüenzas que hicieron del “río revuelto ganancia de pescadores”. Pero más mezquinos son los parlamentarios nuestros que poco o nada han hecho para sopesar este tema y con ello sembrar una bomba que podría explotar conforme avancen los días y la gente siente la pegada de esta determinación gubernamental.
Es verdad que toda norma tiene una dualidad, su costo beneficio, su causa efecto; pero ante esto el gobierno central mediante la SUNAT, ADUANAS ú otras instancias tributarias nunca tuvo la política sectorial de la anticipación para frenar los vicios empresariales de nuestros comerciantes, que convirtieron a Pedro Ruíz en un enclave emergente con capitales de San Martín, o a Bagua y Utcubamba cómplices de mercenarios del comercio que entraban camiones de mercadería, se registraba y lo sacaban clandestinamente para comercializarlo en la costa del Perú. Eso es lo que lo hace al Estado literalmente inexistente.
Hoy, me pongo a sacar cuentas, que desde hace diez años sigo con el mismo sueldo, que tengo casi siempre la misma ropa, que estiro mi dinero hasta que alcance; ahora con el 19%, tengo que hacer de tripas corazón y rogar para que todo el pueblo reclame, exija sus derechos y que nuestros congresistas hagan algo por nosotros, nuestras autoridades también, de lo contrario, yo como la mayoría, comenzaremos a comernos las uñas, remendar la ropa raída, tapar los huecos de nuestros zapatos, zurcir nuestras medias rotas sobre la redondez de un foco, oler la carne y el pollo, hacer cola en EsSalud para que te den medicina básica y que en vez de curarte más te enferma o simplemente ayunar hasta que Dios mande.

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