El cambio climático, el calentamiento global, los friajes extremos en la zona sur del Perú, el frio aterrador en nuestra selva, el sol que cashpa en la sierra, tiene como causa la irresponsabilidad humana. Esa irresponsabilidad que se traslada por millones de años. Millones de años que también fueron testigos de cataclismos, desastres, inundaciones y hasta la desaparición de millones de personas y hasta de animales. Si se cree que no es así, repasemos La Biblia y nos encontramos con el diluvio, con Sodoma y Gomorra, o la desaparición de los dinosaurios y de pueblos milenarios como Babilonia, etc.
La tierra en su rotación cíclica, genera cambios sustanciales y estos genera nuevas acciones y reacciones humanas, de allí que conforme su evolución, el hombre generó creaciones trascendentales como la industria que a la larga trajo como consecuencia el cambio climático de la tierra y el crecimiento poco planificado de los hombres han conllevado a ocupar espacios territoriales que antes eran bosques, montañas o zonas de cultivo y agropecuario.
Hoy todos estamos abocados a proyectos y programas de reforestación, de manejo sostenido de nuestras cuencas para conservar el agua, hablamos del impacto ambiental y poco muy poco hablamos de preservar nuestra especie. Y la preservación de nuestra especie tiene rostro de niño de presente y de futuro.
El ensanchamiento de la capa de ozono viene incrementando en los últimos años la incidencia del cáncer a la piel, eso implica que cada rayo de sol que caliente nuestros cuerpos, adicionalmente también enciende la predisposición para contraer el cáncer y si no se toma acciones correctivas y hasta normativas, estoy seguro como todos que los que más sufrirán las consecuencias son nuestros hijos. Hijos que por su corta edad viven con plena libertad sin preocuparse de las consecuencias futuras, del cual como padres tenemos que asumirlas.
En este contexto, creo que es oportuno como lo que se viene ejecutando en otras partes del mundo y el Perú, las autoridades educativas deben emitir normas administrativas para proteger a los estudiantes que durante el día se trasladan de la casa al colegio, inclusive orientar las participaciones públicas y masivas con acciones de control.
En Arequipa y Cajamarca mediante Ordenanza se dispuso que todos los estudiantes que se trasladan a los colegios deban portar una gorra como protección ante los rayos del sol. En fiestas patrias donde los desfiles son interminables, se debe restringir la participación de batallones extensos y evitar que niños de inicial y primaria participen de estos eventos. Cuando del cuidado de la vida se trata, pueda haber mucho fervor cívico; pero queda de lado cuanto de por medio está la calidad de existencia y sobrevivencia de las personas.
Ya se acerca las fiestas patrias y pienso que deberíamos intentar hacer eso en nuestra región, ya que en tiempos extraños como lo que estamos viviendo nada nos garantiza que este sol que quema hasta las entrañas, esté quemando nuestras vidas por dentro
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