lunes, 17 de mayo de 2010

LA ODISEA DE UN VIAJERO


No es un drama, ni mucho menos para exagerar y decir ¡ A su mare!, pero quiérase o no viajar de Chacha a cualquier parte ya es un tema complicado.

Miércoles.- Nueve de la mañana tomo un taxi al aeropuerto – que dicho sea de paso está bien bonito-. Cerca de las diez nuestros amigos de la municipalidad arriban para hacer el control de carga y pasajeros. A cambio de S/111.00, pasamos por aéreas restringidas donde nos quedamos literalmente ciprachos y dejamos fuera del cuerpo cualquier indicio de metal.

Hasta que bajen los pasajeros, suban la carga, partimos hacia Mendoza a las 12.05 llegando a las 12.10, los pilotos bajan del avión con sus bolsas, salen al mercado a comprar carne, plátanos y otros, cerca de la una viajamos rumbo a Chiclayo para reabastecer combustible. En la ciudad de la amistad suben otros pasajeros, a las dos volamos a Lima. En la altura de los 4 mil pies, un humo denso y blanco inunda al avión, unos nos quedamos perplejos, otros se miraban unos a otros, algunos que sabían se reían. Es un humo refrigerante que tienen todos los aviones rusos nos dice el piloto. 4 de la tarde llegamos a Lima, por fin pudimos sacarnos los tapones de algodón de los oídos. Luego de seis horas pudimos llegar a nuestro destino.

Comentario uno: Se dice que la calidad de los servicios por más barata que ésta sea tiene que ser óptima y eso no pasa en los vuelos de la FAP, son lentos, dolorosos, complicados que tiene que mejorar en su momento, ya que el servicio si bien es verdad es utilizado por personas de pocos recursos, también serán usados por turistas y quiérase o no, un turista vale mucho para nuestro país.

Llamo a la agencia de transporte, me confirman el  número de asiento y la hora. Pactada la misma llego a tiempo y el carro por justificaciones nada coherentes llega a las cinco y cuarentaicinco a Los Olivos. De allí salimos a las seis y diez. Un tripulante toma el micrófono y dice: “Bueno, bueno, bueno, puf,puf,puf ¿Se escucha?, bueno, bueno, estimados pasajeros…vamos a darles el servicio a bordo”. Un pollo frito, ensalada de cebolla, una crema de espinacas, una gaseosa o té y un alfafor. El médico me dijo que estoy gordo y subido del colesterol, por lo que no puedo comer frituras ni harinas. Dejo mi ración y personas mayores que yo hacen lo mismo. Dos horas después, el carro se convierte en chorro de goteo por el sudor de las personas y por lo hermético del bus que no tiene ventanas que se abren normalmente, pese a que no hace calor, cada diez minutos se prende y apaga la calefacción. En los primeros asientos iban dos niños que pasado las horas comenzaban a toser, cerca a mí dos ancianos que luego de treinta años iban a su tierra. Llegamos a Chiclayo a las siete de la mañana. Media hora después salimos a Chacha.

En el primer control, una hora nos quedamos varados para que controlen al vehículo y revisen los equipajes uno a uno. El carro viajaba entre 60 a 80 kilómetros por hora. Nos sirven el desayuno: Una torta de chocolate y un sándwich de jamonada y una gaseosa. Por el hambre todos pudimos comer. Era tan lento el viaje que recién pudimos almorzar cerca de las cuatro de la tarde en Pedro Ruíz: Arroz, milanesa de carne, ensalada de caigua, otro alfafor y una gaseosa.

Coincidimos los pasajeros que el viaje era muy lento y una tortura viajar en carro cerrado porque se arriesga la salud de los pasajeros y en eso tienen mucha razón, que resumo en:

1. Como el carro es hermético, cualquiera de los pasajeros que tengan alguna enfermedad grave y contagioso ¿Qué pasa con los demás pasajeros que viajan sanos?

2. Por razones de edad, muchas personas padecen de diversas enfermedades: presión alta, colesterol, triglicéridos elevados, diabetes, artritis, gastritis entre otros. ¿Se piensa en ellos para preparar los alimentos?

3. Los viajes largos son aburridos, peor si las películas son en ingles y su traducción en letras pequeñas para un televisor pequeño y la música es de acuerdo al piloto antes que al viajero. ¿Se piensa en ofrecer periódicos, revistas o libros?

4. Además de preparar a los tripulantes para atender con los alimentos a los pasajeros, limpieza de los baños o darles la bienvenida a bordo ¿Se podría darles orientación cultural sobre la importancia de nuestra región en cuanto a su belleza, potencialidades, recursos con fines de información turística?


En fin, como puede ver viajar a Lima por ambos medios resulta complicado, tedioso, fastidioso y extremadamente largo, por lo que me atrevo a dar algunos TIPS para mejorar los servicios y no de uno; sino de todas las empresas de transporte que hacen el servicio: Chachapoyas – Lima, Chachapoyas – Chiclayo, Chachapoyas – Trujillo y viceversa, ya que un servicio de calidad, también habla de la calidad de gente como es la nuestra.

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