martes, 28 de noviembre de 2017

Turismo: Puerta de escape al desarrollo de Amazonas


Pero la responsabilidad recae en todos…
¿Qué tiene el mundo lo que no tenemos nosotros los amazonenses?. Mucho, sinceramente, pero nada extraordinario que no podamos construir poco a poco un destino que encante al mundo por igual. En un espacio pequeño (menos de 40 mil km2) que constituye el departamento de Amazonas, se pueden nítidamente distinguir la variabilidad de recursos con que se cuenta y cada uno de ellos es una potencialidad para cambiar el rostro social, económico y hasta político de nuestra región.


El tema, no solo pasa por contar con los recursos, pasa por sacar la catarata en el ojo humano del gestor público y privado para que desarrolle prioritariamente las inversiones en este rubro rompiendo los viejos vicios de una planificación presupuestal diversificada, que conduce al desarrollo pero extremadamente lento; en cambio, la prioridad, lo emergente a corto plazo genera rentabilidad y recursos para generar el desarrollo espacial del territorio de una manera sostenible en el tiempo.

 A 7 kilómetros de la ciudad china de Guilin encontramos una de las cuevas más impresionantes que se puedan haber descubierto alguna vez en las cavidades de la Tierra: la cueva de la Flauta de Caña, una oquedad de 240 metros de profundidad, para nada comparable a Quiocta. La diferencia es que la de China es totalmente iluminado y se puede apreciar los caprichos de la naturaleza. ¿Se imaginan así en Quiocta, Don Leo, Omia, etc?. ¿Que hizo posible esto?. Coraje, determinación. Actualmente lo visitan un promedio de dos mil turistas diariamente pagando un promedio de 8 dólares por persona. Haga su suma por semana, por mes, por año. Altamente rentable ¡5 millones de dólares anuales!.



Si acondicionáramos y consolidáramos los circuitos diseños el 2014 y hacemos hincapié en el Plan de Desarrollo Concertado, es una obligación invertir en el turismo pero estratégicamente y que fortalezca el icono como Kuélap, pero adicionalmente mejorando los servicios complementarios, donde los tour operadores se pongan la camisa y no solo la media (del negocio) en acciones de cambio, de empoderamiento y de real valor a lo nuestro.


Sin hacer comparaciones que para muchos son odiosos, es pertinente asumir el control de los recursos (estado) para acondicionarlo y ponerlo al servicio de todos y los que operan el destino, el circuito, asuman la responsabilidad de darle sostenibilidad pero sin majaderías ni prostitución de la misma con tarifas usureras que al final degenera la calidad y la pérdida del atractivo.


Para muchos pueblos aledaños al teleférico, lo ven a esta “novedad” como una amenaza a sus potencialidades; pero si es que de ello lo convertimos en oportunidad, tengo la seguridad que la liquidez y el remanente de ingresos, también alcanzaría a todos, entonces que hacer. Muy simple.

ü  Invirtamos en  proyectos
ü  Mantengamos una cartera de proyectos a los privados para que inviertan por medio de la concesión.
ü  Fomentemos ferias de turismo con capitales privados.
ü  Involucremos a ProInversión en la implementación de proyectos.
ü  Asumamos la rectoría del turismo regional y;
ü  Hagamos que la gallina siga poniendo huevos, para que alimente a todos en el futuro de Amazonas.


Ah, finalmente, dejar de pensar en pequeñeces, vivir de rodillas, ponerse de pie y comenzar a volar pero de verdad.

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