Te
he querido tanto y no me acuerdo,
si
te he visto desnuda en mis sueños
o
yacías plácida en mi lecho,
pasado
nuestra lujuria.
Te
he querido tanto
que
mis manos están marchitas
por
escribir tantos versos y
mis
sienes visten de canas grises
como
el humo del cigarro en mis manos.
Te
he querido tanto
hasta
que me olvide tu nombre,
si
eras María, Mónica o Martha.
Solo
recuerdo en mis momentos claros
que
te tuve en mis manos, te bañe con mis besos
Y
volaste lejos…
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