(Adaptado a para la realidad de Chachapoyas)
El estaba haciendo fila para poder ir de la parada del bus al hotel. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó el visitante fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer muy bien vestido con una casaca limpia y pantalones muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi al visitante.
Le alcanzó un cartón plastificado y le dijo: yo soy José, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, el visitante leyó la tarjeta: Misión de José: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable…
El visitantequedó impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante, José le dijo, “Le gustaría una bebida? Tengo unos termos con café o Té. El visitante bromeando le dijo: “No, preferiría una gaseosa’ José sonrío y dijo: “No hay problema tengo Amazonía o GyM”. Casi tartamudeando, el visitante le dijo: “Tomare cualquiera de los que me invite”
Pasándole su bebida, José le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo Ahora, El Clarín amazonense…”
Al comenzar el viaje, José le paso al visitante otro cartón plastificado, “Estas son las canciones que tengo, escoja la que quiera o si gusta lo hago escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, José le dijo al visitante que tenía aire acondicionado y si la temperatura estaba bien para él. Luego le aviso cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si el visitante prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
“Dime José, le pregunto el asombrado visitante: siempre has atendido a tus clientes así?”
José sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años de taxista los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca de Wayne Dyer un “Guru” del desarrollo personal.
El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás muy rara vez te frustraras. El decía, “Para de quejarte” Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Sé un águila. Los patos hacen bulla y se quejan, las águilas se eleven encima del grupo.
Esto me llego aquí, en medio de los ojos, dijo José. Dyer estaba realmente hablando de mí. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
Se nota, que los cambios se han pagado, le dijo el visitante.
Si, seguro que si, le dijo José. Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reserva a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista confiable para que haga el servicio.
José el taxista tomo una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
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