lunes, 8 de septiembre de 2008

LA VIDA SI ES UN SUEÑO


Todas las personas, nacemos, crecemos y mancamos. Todos escencialmente somos humanos (aun que hay personas que parece que no lo fueran). Si no preguntemos al Presidente de Sudán. A Ortega que violó a su hijastra. A Fujimori que se llevó millones de dolares del erario nacional. A Bush, que sigue matando a las personas en Afganistán e Irák. Pregunten, sigan preguntando y verán que parecen humanos pero no son.

Todas las personas tenemos sueños. Yo sueño todos los días. Sueño a colores y en blanco y negro. Anoche me soñé muerto, que mi alma viajaba por un mundo irreal de luces amarillas, celestes y lleno de estrellas. No lo vi a San Pedro para que me de una llave de algún cuarto vacío o quizá uno como en el penal de Lurigancho, donde duermen hasta 1o en cada cama. Tampoco a Lucifer. Me vi a mi mismo: Como Dios y como diablo. Esa dualidad de personas que somos interiormente. Aveces somos como Dios, actuamos como Dios pero sin serlo. Nos llenamos de humanidad, de amor y respeto. Otro tanto como el patita de la cola y su trinche, que jode y jode hasta su propia existencia.

Somos esas dos personas en uno solo, llegué a la conclusión en la ducha de esta mañana, porque portamos en el gen del alma el bien y el mal, la verdad y la mentira. Ahora es bueno saber utilizarla y en el momento adecuado.

Los sueños dicen que son los placeres negados en la vida. Quizá sí, quizá no. Pero que bacán son los sueños, porque creo que en ellos somos verdaderamente felices. Claro esta, siempre que los sueños sean de la patada.

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