Amazonas y las revoluciones por hacer.
Llegué la madrugada del 22 de setiembre a Seúl. Desde Inchon a la capital, el viaje dura una hora y media. Pese al sueño, miraba todo lo que podía y tomaba ráfagas de fotos. Era mi primera vez en Corea del Sur, luego vino China. De esa experiencia y luego de conversar con varios funcionarios de gobierno y personas del mundo académico, comprendí que los grandes cambios pasan por decisiones desde el poder. Lamentablemente hasta hoy, ese poder más va ligado al oportunismo, el beneficio personal y grupal antes que el colectivo y de allí es que cada cuatro años, nos quejamos, lamentamos y acusamos por nuestro presente y en vista que se acerca otro proceso electoral, quiero hacer algunas reflexiones y propongo que para "salvar a Amazonas" se necesita impulsar tres revoluciones: blanca, verde y azul.
Revolución blanca.-
En Corea del Sur en los años 70, luego de su peor crisis económica y post guerra con Japón, comenzaron a diseñar estrategias económicas, políticas y culturales para hacer que en menos de una generación cambie la realidad del país. Reza un dicho en ese país "Si viste llorar a tus padres, no permitas que eso suceda con tus hijos". Se dieron cuenta que tenían en el campo una gran oportunidad.
Apostaron por una revolución educativa, en el que se empodere la pertenencia y la identidad. Ninguna persona, niño o niña hasta anciano dejaría de pasar por la escuela y recibir una instrucción de acuerdo a su necesidad. Se explotó las habilidades y destrezas de los educandos, se seleccionaron y becaron al mundo exterior, a su retorno, el estado acogió a su talento para iniciar la innovación tecnológica e industrial. Así el agro es el primer sector en crecer mediante el sistemas de invernadero que logró triplicar la producción en tan solo cinco años. ¿Se imaginan ustedes poner ese sistema en la zona jalca? Los productos crecerían con mínimas perdidas, tales como el maíz que casi el 60% se pierde por la abundancia de loros...
El sistema de salud, está más cerca de la gente. Cada centro de salud, cuenta con un médico general que lo dirige, cuenta con un tratamiento mixto a los pacientes (medicina farmacológica y tradicional en base a lo natural). Se apuesta mucho por la salud preventiva que al final tiene más impacto y menos costo social. Las emergencias no dejan de ser atendidas dentro de los 15 a 30 minutos, al que se suma, la calidad de su infraestructura vial, que se ejecuta mediante el programa de Saemaul Undol, donde el estado pone el 60% del costo del proyecto y el 40% la población beneficiaria y así obliga al "pueblo" cuidar las inversiones.
"El que abarca mucho poco aprieta", es un dicho tan común y familiar que también tiene que aplicarse a la gestión gubernamental. Se tiene un monto de dinero para inversiones pero que estas se hacen éter y no se nota su impacto, ya que se invierte en todo al mismo tiempo. Se tiene que priorizar las necesidades y planificar el territorio en base a potencialidades. Hay que aplicar la lógica del tren: todos van a su destino.
Si es que no se prioriza, seguiremos planificando a demanda y eso no conduce absolutamente a nada, más bien sí; SER MENOS COMPETITIVOS.
El futuro gobierno debería tener un plan preciso para lograr nuestro desarrollo. Quizá un tema clave y urgente, es mejorar la infraestructura vial. Tenemos más de 2,500 km de carreteras, de los cuales el 80% están en precarias condiciones y así, espantamos a todos por igual, sea inversionistas o turistas. Estamos entrando en un espiral de violencia que alejará inversiones privadas a otras zonas que no sean las ciudades grandes. Allí tenemos un nicho por explotar, pero ya.
Revolución verde.-
Amazonas, es un departamento atípico en el país, es una bisagra territorial, es un puerto por donde pasan miles de vehículos y personas, así como dinero, a la costa y selva nacional. La marginal de la Selva, es el cordón umbilical del desarrollo macrorregional, pero que solo es un sistema de tránsito humano y vehicular que no se explota para el crecimiento de nuestro departamento. El beneficio que se tiene es mínimo: restaurantes, vendedores ambulantes en zonas de interrupciones y peajes y nada más. Amazonas, pierde cada año más de 15 mil hectáreas de zonas de bosques primarios que se convierten en zonas para la producción de ganado vacuno, que, es superior a los habitantes en las siete provincias.
Necesitamos proyectos que permitan garantizar contar con el recurso hídrico necesario para regar miles de hectáreas que podríamos perder por las sequías prolongadas que se avecinan en la década del 2040 al 2050, donde el cambio climático será fatal en país andinos y europeos. Los problemas ambientales, los conceptos de crecimiento económico y protección ambiental se han entrelazado. El gobierno regional, debería establecer un sistema de gestión para el crecimiento verde, impulse la industrialización en Bagua y Utcubamba pero respetando el reciclaje de recursos y tecnologías con el medio ambiente y el fortalecimiento de la capacidad de adaptación al cambio climático. Aquí es donde programas como PROCOMPITE, AGROIDEAS y los fondos internacionales deben reorientar su enfoque de apoyo financiero a proyectos útiles y de bien común. Hay que creer que vivimos en una ALDEA GLOBAL donde se quedarán en la cola, aquellos territorios que tocan las puertas del mundo para crecer y ser visibilizados como posibilidad de desarrollo. ¿Somos posibilidad?. Aun que le parezca increíble, SÍ. Somos un departamento de muchas posibilidades que lamentablemente está conducido por personas que no miran más allá de su circunstancia o percepción y hasta juicios de valor. Cada año perdemos áreas de cultivos que si no se hace algo donde involucre la tecnología, podría ser fatal en el futuro. En este caso, peligra nuestra Seguridad Alimentaria. Mientras escribo esto, leo que en México, se abocarán a proyectos urgentes en este rubro.
Se requiere fomentar una política regional y transversal de reforestación y mitigación de desastres. Humberto Maturana en su libro "El árbol del conocimiento", dice que "si se logra entender al río y a las montañas, entendiendo su dinámica natural, tenemos que hacer cosas congruentes con ella. La naturaleza habla y reacciona cíclicamente y hay que ayudarla a ser significativa y cómplice del desarrollo. En otras palabras, no luches con la naturaleza, hazla florecer, reforesta, repuebla de árboles sus montañas para que las bravuras de las aguas no hagan daño, más bien alimenten la tierra y garantice la producción alimentaria.
El mundo está ingresando en un círculo crítico donde las economías globales harán trizas a las emergentes, peor si es que la locura de aranceles sigue en la cabeza del presidente Trump en los EE.UU. Aranceles que profundizarán las brechas sociales y económicas y por ende profundizar el cordón de pobreza y desempleo en el Perú. La población tiene grandes expectativas en mejorar la calidad de vida, por lo que nuestros gobiernos deben adoptar medidas más rigurosas en materia de medio ambiente y salud, así como en el uso sostenible y la conservación de recursos ambientales, como el agua. Así mismo garantizar la alimentación de la población.
Revolución azul.-
Tiene que ver mucho con el fortalecimiento de las instituciones públicas. Un serio problema en Amazonas, es que cada sector baila al ritmo de la música que le toquen, sin sinfonía menos con armonía. Tenemos islas institucionales, donde bajo una mal llamada "autonomía", se hace lo que se puede y no lo que se debe.
La burocracia, es cada vez más frondosa que la hace lenta y compleja. No existe profesionalización del aparato público. Prima lo político antes que lo técnico. Se suma las escasas competencias con que cuentan los gerentes o directores, incluso los que conducen políticamente el territorio. "Si eres gobernado por incompetentes lo que tendrás como resultado es la mediocridad", lo dijo alguna vez, Albert Camus en "los miserables"
En Asia, como en Europa, ser servidor público es un privilegio y requiere de esfuerzo para que te hagas competitivo, cuentas con una escala de crecimiento garantizado donde prima la capacidad, sinergia, empatía y comunicación, sobre la adulación o la "mercancía política" como premio electoral.
A esto debe sumarse que tanto lo político, técnico y académico, sumen a la trilogía del éxito para garantizar que la gestión pública acoja a personal calificado, la constante capacitación al recurso humano y apoyar a que lo político logre sus propósitos, siempre que esas propuestas cumplan un requisito clave: bienestar común.
No es una receta, la que expongo, tampoco la única solución.
1 comentario:
Los países que alcanzan niveles de desarrollo, apuestan sí o sí por la educación. Son revoluciones de largo aliento. Erradicar la ignorancia por conocimiento es costoso y lento pero efectivo. Saludos.
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