No. No vayan por los supuestos,
menos por media verdades, tampoco a imaginaciones carnales, jajaja. Tampoco
idealicen la propuesta con cerveza, con acciones ludópatas. Es un hecho real,
intrínseco con la vida misma. Es que todo se hace de dos o de cuatro.
En la guerra fría de las alemanias
separadas por un muro gigantesco, participaron cuatro países garantes para
superar este conflicto causado por la II Guerra Mundial. Hizo lo suyo también
las reformas en URSS por Gorbachov – ese líder gordito, pequeño y que tenía una
marca inmensa en la frente – los que hicieron que se allanen las ideologías,
las tendencias, los preceptos y las incoherencias. Ese proceso se llamó el “Tratado
de Dos más Cuatro. Si Alemania lo hizo, ¿Se podría aplicarlo en el país?.
Hay en carrera política para el
reemplazo a Humala de cuatro candidatos: Kieko, PPK, Alan y Toledo. Entre ellos
habrá una segunda vuelta y entre los dos que pasan, elegiremos para bien o mal
al futuro presidente del país. Esos cuatro, a juicio mío y a fin de recuperar
credibilidad política y nosotros los electores, darles confianza, deben diseñar
(al margen de sus discrepancias naturales) estrategias post electorales para
hacer de nuestro país un estado viable, pero con un modelo económico apropiado
y al alcance de las mayorías nacionales.
Con lo que vamos desarrollando, en
algún momento se romperá el hilo de la madeja y con ello el caos. El mundo
circundante viene pasando por temas complicados: Migración masiva, similar al éxodo
bíblico en Europa y África, desaceleración económica en los países industriales,
incremento de la violencia urbana y se sigue ampliando la brecha entre los
ricos con los pobres y mientras más pobres nazcan, los conflictos será irán incrementándose
a pasos inimaginables.
Países como Ecuador, Colombia y
Bolivia, vienen logrando modelos económicos más que interesantes, de los cuales
un país geoestratégico como el Perú, lo debe aprovechar; pero para que eso
suceda, el gobernante penúltimo al bicentenario nacional, debe cambiar el statu
quo de nuestro nación y reorientar lo que está mal y dar cumplimiento sin
medias tintas un VERDADERO PLAN DE DESARROLLO NACIONAL.
De dos no es la solución, de cuatro
sería más viable un entendimiento y poner en agenda temas críticos para
salvaguardar la integridad de nuestra sociedad. Temas como Reforma y
Modernización educativa, modelo económico que beneficie a la mayoría,
aceleración de la descentralización y autonomía regional, así como lucha contra
la violencia, quizá sean temas más que suficientes para que retome la clase
política y los electores recuperemos una pisca de confianza. De dos nacen
ideas, de cuatro puede que salgan estratégicas y políticas que nos salve de la
guillotina en el futuro.
De dos en dos surge la emoción,
pero de cuatro, hay garantía para que la fiesta se prolongue por mayor tiempo.
¡Salud!
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